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Lesiones de rodilla

Emilio Calvo

Dr. Emilio Calvo, jefe del Dpto. de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz

Si nos centramos en las lesiones en las rodillas, ¿qué tipos de lesiones nos encontramos y cómo se tratan?

Las lesiones más frecuentes en la rodilla afectan a los ligamentos y a los meniscos. Suelen producirse en las recepciones de los saltos y en los cambios bruscos de dirección durante las carreras. En la mayoría de los casos estas lesiones requieren tratamiento con cirugía.

¿Cómo se valora la gravedad de estas lesiones?

El tiempo de recuperación es un criterio importante, pero lo que determina la gravedad de la lesión es la importancia de las estructuras lesionadas y la posibilidad de recuperar completamente la anatomía y función de la rodilla.

¿Cómo de importante es respetar los tiempos de recuperación?

Es fundamental respetar los tiempos de recuperación para reincorporarse a la actividad deportiva en plenas condiciones y para evitar recaídas. En cuanto a la velocidad de recuperación es muy importante el cuidado y los recursos que se destinan a la misma. Estos suelen ser mayores en un profesional.

¿Cómo de importante es el diagnóstico rápido y tratamiento para la recuperación de estos pacientes?

Las lesiones deportivas graves requieren por lo general tratamiento con cirugía. Una demora en el diagnóstico o en el tratamiento puede comprometer la recuperación funcional de la articulación. En muchos casos son fundamentales un diagnóstico y un tratamiento quirúrgico rápidos para evitar la progresión o el empeoramiento de la lesión. Sin embargo, hay lesiones en las que la demora en el tratamiento quirúrgico no tiene repercusión en el pronóstico. En estos casos, si del deportista puede jugar, el tratamiento de la lesión debe demorarse hasta el final de la temporada para minimizar el impacto en el rendimiento del deportista.

Ante una lesión en un partido, ¿cómo y quién decide si el jugador puede continuar o debe ser sustituido?

La decisión de si el deportista debe continuar el partido ante una lesión es una de las más difíciles. Generalmente se trata de una decisión que toma el médico del equipo y en la que cuentan las opiniones del entrenador y del propio jugador. En ningún caso se debe permitir la continuidad del jugador si ello puede poner en riesgo la salud del jugador, de otros jugadores o el rendimiento del equipo.

Cuando hablamos de lesiones, solemos pensar en lesiones agudas, pero ¿también existen lesiones crónicas?

Absolutamente cierto. De hecho, no es infrecuente esta situación, en ocasiones consecuencia de decisiones desacertadas en fase aguda.

¿Cuáles son los factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos, modificables o no, asociados a estas lesiones?

Hay factores intrínsecos dependientes de la anatomía o del paciente tales como el peso, la elasticidad o rigidez de las articulaciones, etc. Son importantes los modificables, así un buen peso o un equilibrio muscular adecuado son críticos para evitar lesiones y en muchas ocasiones se trabajan en la pretemporada. Otros extrínsecos, tales como la labor o la posición del jugador en el equipo son también relevantes.

¿La prevalencia y tipo de lesiones varían en función de si hablamos de hombres y mujeres?

Esta pregunta es interesante. Hay numerosos estudios que han analizado la incidencia de lesiones según género y nivel de competición. Así, sabemos que, en baloncesto, mientras la inestabilidad de hombro o los esguinces de tobillo son más frecuente en varones, las lesiones del ligamento cruzado anterior son más frecuentes en mujeres. Igualmente, la incidencia de lesiones es mayor a medida que aumenta el nivel de competición.

¿Afecta la altura?

La altura desempeña un papel importante. La altura va asociada al peso, y a mayor peso mayor riesgo de lesiones. Por otro lado, un cuerpo alto requiere una musculatura en el tronco más desarrollada para mantener el equilibrio de las articulaciones.

¿Cómo se pueden prevenir estas lesiones?

La labor de prevención es fundamental para evitar lesiones. La agilidad intrínseca del deportista es importante, pero es clave una preparación física adecuada en la pretemporada para llegar en las mejores condiciones físicas a la competición. Por otro lado, la temporada puede ser muy exigente, sobre todo en ciertos equipos que acumulan numerosos partidos. Se ha demostrado que actividades como asegurar unos periodos adecuados de descanso y rotaciones a lo largo de la temporada disminuyen la tasa de lesiones.