Lesiones en la espalda

Por Cecilia Vega

Si nos centramos en las lesiones en la espalda, ¿qué tipos de lesiones nos encontramos y cómo se tratan?

Si nos centramos en el raquis lumbar, el dolor lumbar es el causante de entre el 5% y el 14% de las lesiones en baloncesto. Además, en la inmensa mayoría de los cuadros de dolor lumbar o lumbalgia, la causa va a ser multifactorial y difícil de detectar.

Lo más frecuente ante una lumbalgia en baloncesto va a ser su aparición por sobrecarga. En su estrategia de tratamiento el punto más importante, con diferencia, va a ser la prevención: tener una buena condición física y fortalecer los músculos lumbares, isquiosurales y el CORE es absolutamente fundamental para preservar la salud del jugador de baloncesto.

¿Cómo de graves suelen ser estas lesiones? A la hora de valorar la gravedad, ¿qué criterio se utiliza?, ¿se tiene en cuenta, por ejemplo, el tiempo que necesita el deportista para reincorporarse a su actividad normal?

Afortunadamente la mayoría de las lumbalgias van a responder correctamente al tratamiento conservador.

A la hora de valorar y detectar la gravedad de una lumbalgia es obligatoria una detallada exploración e historia clínica con el objetivo de detectar banderas rojas:

En el 1% de los dolores lumbares va a haber una patología grave subyacente: fracturas (sobre todo por estrés), procesos infecciosos, inflamatorios u oncológicos.

Déficit neurológico: si el dolor lumbar se acompaña de cuadros neurológicos locales o irradiados podemos estar ante un cuadro grave y hay que prestar especial atención.

En cuanto al tiempo que el deportista necesita para su retorno a la competición, la evolución del dolor y la correcta fuerza y función muscular van a marcar los plazos. Lamentablemente, en deporte de élite, a veces hay otros factores que hay que saber integrar y valorar en su justa medida como pueden ser la presión de la competición, la presión social y la presión económica.

¿Cómo de importante es respetar los tiempos de recuperación?

El respetar los procesos fisiológicos del cuerpo y el correcto tiempo de curación es crucial para lograr una recuperación completa y evitar recaídas.

En el deporte profesional una de las variables favorables ante una lesión es la alta disponibilidad de medios técnicos y humanos para acelerar y mejorar la precisión diagnóstica; así como la gran accesibilidad a tratamiento intensivo y especializado.

Por ello un deportista profesional tiene posibles para poder acortar un poco los plazos de recuperación en comparación con un aficionado, aunque en última instancia no se puede ser más rápido que la biología y los plazos de curación histológica.

Ante una lesión en un partido, ¿cómo y quién decide si el jugador puede continuar o debe ser sustituido?

El máximo jefe durante un partido oficial es el entrenador, aunque en España hay un gran respeto por los equipos médicos y nuestra recomendación suele ser seguida al 100%.

Tras una valoración y exploración a pie de campo, los servicios médicos (generalmente fisioterapeuta y médico) informan al entrenador de si la lesión imposibilita para seguir en pista o no y, en base a ello, éste toma la decisión final. He de decir que el respeto a la información del cuerpo médico suele ser máximo.

Cuando hablamos de lesiones, solemos pensar en lesiones agudas, pero ¿también existen lesiones crónicas?

Por supuesto. De hecho la mayoría de las lesiones lumbares suelen ser patología por sobrecarga y las lesiones agudas suelen tener un porcentaje residual, aunque son cuadros muy alarmantes cuando se producen.

¿Cuáles son los factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos, modificables o no, asociados a estas lesiones?

A grandes rasgos, los factores de riesgo para patología lumbar son los siguientes:

• Rasgos genéticos.

• Estructura anatómica.

• Periodos de crecimiento rápido en jóvenes.

• Condición física.

• Estatus psicoemocional.

• Factores sociales.

• Entrenamiento: calidad y volumen.

• Estilo de vida y entrenamiento invisible.

¿La prevalencia y tipo de lesiones varían en función de si hablamos de hombres y mujeres?

Hay interesantes trabajos, aunque se necesita seguir investigando, que remarcan la incidencia e importancia del ciclo hormonal en lesiones en el deporte femenino.

¿Afecta la altura?

Si, la altura sin duda aumenta la incidencia de lesión lumbar. Cuanto más alto es el deportista, el brazo de palanca que se genera sobre el tronco y sus estructuras es más largo. Además el incremento de tamaño y altura suele estar asociado a un mayor peso corporal. Por lo tanto, se necesita más esfuerzo para mover el cuerpo y para amortiguar la recepción de los saltos.

¿Cómo se pueden prevenir estas lesiones?

Las estrategias de prevención son el punto clave y fundamental en el abordaje de la patología lumbar.

A este respecto, debemos analizar y detectar los factores de riesgo que posea cada jugador para individualizar estrategias. La pretemporada es el momento idóneo para examinar a nuestros deportistas y establecer programas personalizados de acondicionamiento de condición física y de fuerza.

Nuestras estrategias deben basarse en incrementos progresivos, tanto en frecuencia como en intensidad, para una correcta adaptación del deportista. El fortalecimiento del CORE y la mejora de la elasticidad lumbar e isquiosural son actores importantes en los programas de prevención.