Opinión

El primer amor nunca se olvida

Lieke Martens disputó su último partido con la selección de Países Bajos en casa

Lieke Martens disputó su último partido con la selección de Países Bajos en casa / SPORT

Los primeros amores nunca se olvidan. Tampoco, y me atrevería a decir que todavía menos, en el fútbol. Todo amante de este deporte recordará siempre qué futbolista le hizo enamorarse por primera vez.

Yo no era consciente de lo que había significado Lieke Martens en mi vida, como amante del fútbol y como profesional, hasta que la vi despidiéndose del fútbol de selecciones entre lágrimas en Róterdam, su último baile en casa. Entonces supe que se cerraba una etapa. Con ella empezó todo. Por ella quise dedicarme a esto y por ella estoy donde estoy hoy.

Por Lieke me enganché al fútbol femenino. Fue mi primera jugadora favorita -con permiso de Marta o Alex Morgan, entre otras- y ayer me di cuenta de que también lo fue para tantas personas más. Fue, para muchas, la primera camiseta con nombre de mujer en el dorso. Una referente para toda una generación que empezaba a poder ver los partidos por televisión con algo más de regularidad, más allá de los Mundiales y Eurocopas.

Como tantas personas, 'descubrí' a Lieke, aunque ya sabía quién era porque todo el mundo hablaba de ella y porque el Barça había anunciado su fichaje unos días antes, en la Eurocopa de 2017. Yo tenía veinte años y me enamoré de su calidad y de su técnica con el balón. Hacía magia. Y se llevó, con mucho mérito después de ganar el torneo con Países Bajos, el premio a la Mejor Jugadora de la UEFA y el FIFA The Best.

Su fichaje por el Barça, justo ese verano, fue el inicio de una nueva era y de todos los éxitos que vinieron después, aunque tardaron un par de años en llegar. Por primera vez, el club azulgrana podía presumir de tener en sus filas a una estrella mundial, que además de su calidad como futbolista dio paso a ese 'boom' mediático, de marketing e imagen que necesitaba el femenino para empezar a volar.

Una foto con Messi en la gala 'The Best' dio la vuelta al mundo y el club sacó mucho partido de su imagen para hacer publicidad de los partidos y para dar visibilidad al femenino también en los carteles del Camp Nou. De algún modo, Lieke empezó a caminar para que Alexia y Aitana pudiesen correr.

Leo Messi y Lieke Martens en la gala FIFA The Best de 2017

Leo Messi y Lieke Martens en la gala FIFA The Best de 2017 / FCB

Su impacto fue brutal, también en lo futbolístico. Martens abrió un mundo nuevo e hizo evolucionar el juego del Barça, por su carácter diferencial en la banda. Empezó a escribir, por decirlo así, el libro de estilo actual. Y jugó un papel absolutamente crucial para la consecución de la primera Champions, en 2021, y del primer triplete de la historia. Por las lesiones y por estos dos últimos años en el PSG el fútbol no ha sido justo con ella -y aquí podría entrar en juego una mala decisión por su parte, seguramente-, pero que esto no haga olvidarnos de la jugadora tan especial que ha llegado a ser.

Hablo del Barça porque la he vivido como azulgrana desde muy cerca, gracias a esta profesión tan maravillosa, aunque también agotadora. Pero todavía le queda mecha con el fútbol de clubes. Sin embargo, las lágrimas de la extremo neerlandesa en Róterdam y los mensajes de sus compañeras -Jackie Groenen dijo, con total acierto, que había sido la mejor futbolista de la historia de Países Bajos- activaron ayer, antes de irme a dormir, un tsunami de emociones dentro de mí. Porque, de algún modo, fue mi primer amor en todo esto.

Sandra Riquelme escribió unas palabras en 'X', antes 'Twitter', que lo definen a la perfección: "Sabes que te estás haciendo mayor cuando te das cuenta de que ya no volverás a ver a Lieke Martens jugar con Países Bajos". Cuánta razón tienes siempre, amiga