Maite Casademunt: El sueño americano

Su capacidad de trabajo es prácticamente infinita. Su positividad, única. Sus ganas, todas. Su constancia, admirable. Su energía, la que todos querríamos que nos contagiara. A Maite pocas cosas la frenan. Ni en pleno confinamiento descansó, ideando iniciativas desde el minuto uno, y su día a día es un frenesí de ideas, proyectos e iniciativas.

Casi nadie la creyó cuando llamó a la puerta del American Magic, el equipo americano que compite en Barcelona estos días y a quien la firma Lola Casademunt viste. Ahí es nada. 

Siempre con ellas

“Esto es un gran logro, un hito -me explica mientras me presenta a unos y otros en la base-. Demuestra nuestra capacidad para estar a la altura de acontencimientos tan importantes como éste”. De una empresa barcelonesa al sueño americano. Esto es lo que ha conseguido Maite Gassó Casademunt, la hija de Lola. Una mujer que sacó a sus hijos adelante, cuando se quedó viuda muy joven, con sus líneas de complementos. “Mi ejemplo de vida es ella y tengo la suerte de vivirla a mi lado a sus más de noventa años”, explica con emoción.

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Optimismo por naturaleza

La observo de cerca, siempre pendiente de cada detalle y con un equipo detrás que la sigue con pasión y profesionalidad. Ha diseñado esta colección “inspirándome en este Mediterráneo que me vio nacer y que me da la vida. Es una línea moderna y atemporal, de estilo ‘navy’ y que aúna deporte y moda, que son mis pasiones”. Porque ahí donde la ven, forjó su constancia, disciplina y capacidad de sacrificio en la gimnasia rítmica y deportiva. “Es mi base. Los fundamentos en los que se sustenta la persona y la firma”, asegura. Doy fe. Conocerla es contagiarse de su optimismo.