Siempre con ellas

Desde el primer número de este suplemento tuvimos claro que la brújula temática estaría puesta en ellas. Deportistas mediáticas, noveles o desconocidas tendrían siempre un espacio en Sport & Style. Este último año las hemos enfocado más que nunca porque ellas son luz, referencia e inspiración.

Siempre con ellas

Siempre con ellas / DANI BARBEITO

Carme Barceló

Carme Barceló

Las piruetas de la vida. Así titulé el reportaje que le hicimos a Daniela Terol, una atleta de quince años que acababa de perder su plaza en París. Ni ella anuló el encuentro ni yo tampoco la aparqué en el arcén. Cada paso que uno da, suma. Y ella, con su skate bajo el brazo y decenas de éxitos previos, tenía todo el derecho a estar y a explicar. Porque los que saben siempre nos dicen que hay que saber perder y tener la mente fuerte para ello.
Daniela me lo demostró en aquella charla y me fui a casa pensando que, con lo joven que era, tenía muchos Juegos Olímpicos por delante. La pirueta llegó el jueves. Ella, primera reserva del equipo nacional de skateboard en la modalidad de Street, entraba en la lista de convocadas por la grave lesión de Jazmín Alvarez. Pocas horas antes de la ceremonia de inauguración, Terol encendió su propio pebetero. Todo lo que llegue a partir de ahora ya es un regalo.
Pero ella, como tantas, tiene el gen competitivo tatuado en la piel y en el cerebro. No imagino a veteranas como Laura Ester, que afronta sus cuartos Juegos Olímpicos, o a Jéssica Vall, con su convocatoria casi en tiempo de descuento, relajándose en el agua. Están curtidas en el sacrificio físico, emocional y vital. Este último concepto engloba lo que, bajo mi punto de vista, menos visibilidad tiene. Hablamos de pagar facturas de agua, gas y electricidad. De necesidades básicas. De neveras que hay que llenar y vacaciones que disfrutar. Algunas, en vísperas de una competición como ésta, entrenan entre siete y ocho horas diarias.
Poco margen tienen para el día a día, al que renuncian porque aman lo que hacen y esperan que esta etapa de su vida no sólo les sume a ellas para la siguiente sino también para las que vienen detrás.
Hay historias que superan lo imaginable, como la de las mellizas Flor y Coty Amundson. Siempre unidas, siempre juntas. Pero la grave lesión de Flor, que ha luchado hasta el final por estar en los JJ.OO, las ha separado. Estará en la grada para apoyar a su hermana y si llora, será porque su ‘alter ego’ ha conseguido el sueño de las dos. Si quieren conocer en su máxima amplitud el concepto ‘equipo’, ellas lo representan.
Alexia, Aitana, Cata, Patri y Mariona, protagonistas de varias portadas esta temporada, han vivido un auténtico tsunami este último año. Ganaron un Mundial, sí, pero la factura fue tan alta que alguna aún arrastra consecuencias emocionales. Todas se han convertido en diana y referentes casi a partes iguales.
Lo asumen y lo gestionan como un apartado de ese contrato no escrito que es el de abanderar un movimiento que trasciende el terreno de juego. Estoy convencida que van a vivir estos esta experiencia olímpica como una nueva oportunidad de visibilizar su deporte y su lucha. Para las cuatro, una medalla en París es un reto. Y van a por él.
Laura Heredia y Leslie Romero, avalando deportes minoritarios como el pdentatlhon moderno y la escalada de velocidad enfocarán a todas aquellas que optan por lo que parecen deportes de segunda. Nada más lejos de la realidad. Son tan estéticas como sus compañeras de ‘sincro’ y tan luchadoras como la gran Ana Peleteiro.
Las primeras, con Iris Tió como una de las abanderadas de este deporte, saben que llegan a París con el trabajo muy bien hecho. La segunda, con un país y mucha presión a sus espaldas, al final sabe que el triple salto que más le suma es el de ser ejemplo de conciliación, superación y lucha contra el racismo. Al podio, para mí, ya ha subido.

MAKING OFF

Ningunos de estos shootings sería posible sin la complicidad de sus protagonistas, de la profesionalidad de los fotógrafos y del estilismo del equipo de profesionales de Backstage BCN con su CEO, Núria Soteras, al frente. Casi se nos ha llevado el mar por delante buscando la mejor fotografía ( lo que nos reímos, Laura Heredia), hemos llevado a nuestros perros a los estudios (conciliando con Mariona Caldentey), casi nos matamos en la piscina del W Barcelona (nunca lo explicaremos, Laura Ester, te lo prometo) y una de las gemelas Amundson (no diremos cuál) casi se ganó una multa de velocidad por ir y volver volando al shooting porque se había olvidado los palos de hockey. Larga vida al olimpismo y al periodismo.