Opinión

El Barça y los casos Cucurella y Grimaldo

El jugador de la selección española, Marc Cucurella, durante la rueda de prensa en Badajoz.

El jugador de la selección española, Marc Cucurella, durante la rueda de prensa en Badajoz. / Andrés Rodríguez

Cucurella se ha doctorado en la Eurocopa como un lateral izquierdo de fuerza y clase, gran defensor y carrilero efectivo e incansable. Pues bien, Cucu es otro producto de La Masía, pero en su caso el Barça no lo ha sabido aprovechar ni traspasar bien, lo que desgraciadamente se repite demasiadas veces.

Es indiscutible que el Barça no sabe vender. Se puede entender que en determinados momentos se opte por uno u otro jugador, incluso que un futbolista explote más tarde y que no se le pueda esperar eternamente. Pero que se regalen, o casi, jugadores que los técnicos tiene la obligación de saber que tienen cualidades y base para triunfar, es muy preocupante.

Si fuera un caso aislado, vale. Pero es que el otro lateral izquierdo de la selección en la Eurocopa es Grimaldo, que también se formó en La Masía para acabar traspasado al Benfica por 1,5 millones. Hoy vale 45... Ya me dirán ustedes. Volviendo a Cucurella, su salida se fraguó después de una cesión al Eibar gracias a la cual todo el mundo pudo ver que era un futbolista que iba para figura. El Eibar pagó una opción de dos millones y el Barça le recuperó por cuatro, pero para venderlo a por diez al Getafe a los dos días.

Es decir, no se creyó en él. De ahí, en un año al Brighton por 18 millones y en otro al Chelsea por 65. Conclusión: el gran negocio lo hicieron otros. Cierto que Alba era en aquellos momentos intocable, pero también lo es que se prefirió fichar a Junior Firpo que mantener a Cucu. Falta visión de futuro, fallan los técnicos, fallan los directivos, falla el sistema. Esto se ha de acabar.