La desconocida infusión que ayuda a controlar el colesterol y con la que conseguirás un vientre plano

Para muchas personas, las infusiones son las grandes olvidadas en su día a día. Y es que esta bebida tiene grandes beneficios que son desconocidas para la mayoría de la ciudadanía. En dependencia de los frutos o las hierbas que elijamos para prepararnos la bebida obtendremos unos u otros beneficios.

Sin embargo, hay una infusión que destaca por encima de las demás. Nos referimos al té blanco, una de las infusiones más desconocidas del mercado.

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El té blanco procede de la planta del té, la Camellia Sinensis, al igual que el té verde, el té negro o el té rojo con los que estamos más familiarizados. La diferencia reside en que, para obtenerlo, se usan las hojas de la planta en su estado más natural. Se obtiene a partir de los brotes más tiernos, cuando aún conservan el delicado vello blanco que los recubren.

Su producción y consumo se originan en China. Aunque las referencias históricas sean divergentes, muchas fuentes históricas consideran que el té blanco fue producido por primera vez durante la Dinastía Tang (618‒907 D.C.). 

El té blanco es la variedad de té más alta en antioxidantes. Esto se debe a que, durante su elaboración, las hojas de té blanco no están sometidas a procesos de oxidación.

Es perfecto para acompañar las dietas adelgazantes: presenta un gran poder diurético y te ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el organismo de forma natural. Contribuye a una buena salud bucodental: los antioxidantes del té blanco presentan un efecto antiinflamatorio, antibacteriano y antiviral.