Lamine, sin descanso, sigue tirando del carro

Desde que regresó de la Eurocopa, el canterano de 17 años lo ha jugado todo con el Barça (solo se perdió 4' en Mestalla) y ahora con la selección pese a que llegó con un golpe y había sido sometido a pruebas

Los campeones arrancan a buen ritmo, aunque sin gol en Belgrado

Joan Represa

German Bona

German Bona

Debe ser muy difícil para un entrenador -en este caso, un seleccionador- prescindir de tu mejor futbolista y más en partido oficial. Ni siquiera los precedentes con otros futbolistas azulgranas o el hecho de llegar ‘tocado’ por un golpe evitaron que Lamine Yamal no solo fuera de la partida, sino que además disputara los 90 minutos en el Pequeño Maracaná de Belgrado. Y a pesar de que no marcó y España no pudo pasar del empate sin goles, el de Rocafonda volvió a evidenciar que es un futbolista imprescindible, el mejor de la Roja.

La mayor parte del peligro de la selección española pasó por las botas de Lamine Yamal, sobre todo en un tramo final en el que España se volcó sobre la meta del ex del Mallorca Rajkovic -que cuajó un gran partido y salvó varios goles- en busca de un gol que nunca llegó. Pero no fue por no intentarlo Lamine a base de centros precisos a sus compañeros y remates endiablados con su mágica rosca de zurda que salieron fuera por muy poco. Un partido de notable alto.

Chequeo médico pactado entre la Selección y el Barça para Lamine Yamal

@elchiringuitotv

Lamine Yamal, a sus 17 años, volvió a echarse a toda una selección campeona de Europa a sus espaldas, aunque esto ya no es noticia. Ya lo hizo en la cita de Alemania, en la que mostró una gran sintonía dentro y fuera del césped con Nico Williams. En Belgrado, ante la muralla serbia, apenas pudieron conectar. El azulgrana lo buscó más por su banda con Carvajal -extraña pareja la que forman, pero efectiva- y con su compañero de equipo Dani Olmo. Lástima que uno de sus increíbles pases no lo consiguió rematar el egarense.

Sometido a la dureza rival

La más clara, la cesión a Fabián tras un despiste defensivo local que el del París Saint-Germain no acertó a aprovechar de manera inexplicable. Lamine también se erigió como el lanzador de las faltas -hasta la entrada de Grimaldo- y mostró una portentosa cualidad a balón parado. Especialmente, en una servida con maestría a Carvajal, que el capitán no pudo enganchar en el aire. Hubiera sido un golazo.

También probó Lamine la dureza rival. La entrada más fea, la de Belic en el 69’. Ni así le dio tregua De la Fuente, y eso que había llegado a la concentración con molestias por un golpe y fue sometido a pruebas.

Pese al reciente caso de Fermín y los más graves de Pedri en su día y de Gavi la pasada campaña, no hubo alerta sobre Lamine y el barcelonismo solo respiró con el pitido final del neerlandés.

Olmo, algo cansado

Más discreta fue la actuación de los otros tres azulgranas. Dani Olmo no logró encontrar espacios entre líneas, siempre tenía a dos rivales encima y se le apreció cansado hasta que, en el 81’, entró Ferran Torres por el egarense. El ‘Tiburón’ no disfrutó de ninguna ocasión para marcar.

Pedri, por su parte, trató de poner orden al ataque ya desesperado de España cuando entró a falta de 20 minutos y se notó su presencia, siempre clarividente. La próxima cita es este domingo (20.45h) en Ginebra y habrá que ver si Lamine descansa algo. Difícil, la verdad...