Un jugador de rugby, sancionado de por vida tras atacar al árbitro

Josh Nathaniel agredió al colegiado tras ser expulsado y la federación le ha prohibido volver a jugar nunca más

"Si incidentes como este no se responden con castigos severos, mandaría el mensaje incorrecto", dice la RFL en un comunicado

Jugadores del Milford Marlins

Jugadores del Milford Marlins / Milford Marlins

Jordi Delgado

Jordi Delgado

Mucho se habla que el rugby es un 'deporte de caballeros', y a veces, los actos hablan más que las palabras.

La Federación Internacional de Rugby no admite ningún tipo de falta de respeto a los colegiados de los encuentros, y ha querido demostrar mano dura en su última decisión. La RFL ha anunciado, esta semana, una suspensión de por vida a un jugador que asaltó de manera física a un árbitro durante un partido de su equipo.

Josh Nathaniel, del Milford, agredió al colegiado Joe Stearne tras una expulsión en el choque que les enfrentaba a los Oulton Raiders, que acabó suspendido tras el incidente.

La liga ha optado por el castigo más grande que puede otorgar, y es la prohibición de por vida para jugar de nuevo a rugby de manera oficial.

En diferentes comunicados oficiales, el presidente de la competición y el de la federación, acordaban que estas acciones "inaceptables" se tienen que "erradicar", y que "el respeto hacia los colegiados, a todos los niveles, es imperativo en nuestro deporte".

"Si incidentes como este no se responden con castigos severos, mandaría el mensaje incorrecto, al mismo tiempo que tratamos de ampliar nuestra base de árbitros", decía Steve Ganson, presidente de los árbitros de la RFL.

"El abuso a los árbitros es un problema significativo en la mayoría de eventos deportivos y es importante que nos demos cuenta que en cualquier deporte esto es inaceptable. Una frase comúnmente utilizada es que sin árbitros no hay partidos. Estos abusos dañan seriamente nuestro objetivo de potenciar la inscripción y retener a los árbitros", añadía.