El fin de una era en París

Se trama una especie de 'Revolución Francesa' en París. La llegada de Luis Enrique en el pasado verano ya supuso varios cambios. El adiós de 'galácticos' como Neymar, Leo Messi, Sergio Ramon y Marco Verratti abrió la puerta a otros como Ousmane Dembélé, Bradley Barcola, Kang-in Lee, Marco Asensio o Lucas Hernández.

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Este París Saint-Germain tenía muchísimas caras nuevas. El once inicial estaba prácticamente renovado. Quedaba un último 'galáctico': Kylian Mbappé. Sus dos 'mosqueteros' pusieron rumbo al Inter Miami y al Al-Hilal, y el francés se quedaba solo.

MILLONES Y MILLONES DERROCHADOS

Y, lógicamente, su marcha - con casi total seguridad - al Real Madrid pone punto final a un proyecto galáctico iniciado en 2011. Por aquel entonces, el club parisino oficializó su venta a Qatar Sports Investments, un fondo de inversión qatarí que aparecía en escena con el objetivo de crear un 'monstruo'. Vaya, convertir al París Saint-Germain en uno de los mejores equipos de Europa.

Trece años después todo sigue igual. Y dos mil millones de euros invertidos después, las vitrinas del PSG siguen sin tener ni una Champions League.

El adiós de Mbappé confirma, pues, que la hoja de ruta del PSG cambiará a partir de ahora. Se acabaron los fichajes millonarios y de estrellas con la intención de crear a un equipo invencible. Porque no ha salido como se esperaba. Y se empezará a pensar en el equipo. Una idea que ya arrancó el pasado verano, con la incoporación de futbolistas que reforzaran el colectivo.

Desde Qatar se quiso apostar por la llegada de futbolistas de gran renombre. Fue así como vistieron la camiseta del conjunto parisino jugadores como Ibrahimovic, Thiago Silva, Cavani, Leo Messi, Neymar, Sergio Ramos... Y fue tras la llegada del astro argentino que se dieron cuenta de que juntar a los mejores futbolistas del mundo no te asegura el éxito.

LUIS ENRIQUE TOMA EL MANDO

El tridente de Mbappé, Messi y Neymar no rindió al nivel esperado. Ni ellos fueron capaces de brindar al club la primera 'orejona' de su historia. Es por ello que tanto el accionarado qatarí como Luis Campos le cedieron el mando a Luis Enrique, que desde un primer momento apostó por el colectivo, no por las individualidades.

No le tembló el pulso cuando tuvo que sentar a Mbappé, y siempre ha dejado claro que "tengo 23 titulares, no tengo suplentes". En sus esfuerzos por centrarse en el equipo, ha conseguido formar un bloque mucho más sólido, solidario y sin problemas extradeportivos. Veremos cómo refuerza la plantilla.