¿Por qué aullan los perros?

Estamos bastante acostumbrados a los ladridos de nuestros perros, pero los aullidos son menos comunes y despiertan mucha más curiosidad. Son momentos en los que nuestros queridos canes parecen lobos. Y esto tiene sentido: al fin y al cabo, absolutamente todas las razas de perro proceden en última instancia del lobo, por lo que conservan muchas de sus características. Como explican en Muy Interesante, el aullido no es más que "una de sus formas de comunicarse y expresar, en la medida de lo posible, lo que les pasa". Y, en la gran mayoría de ocasiones, no representa nada negativo para el animal.

Entre las motivaciones de los perros para aullar encontramos, según el mismo medio, la comunicación con otros perros, una forma de llamada a otros perros e incluso a humanos, el establecimiento de una marca de territorialidad, una alerta de que hay intrusos o simplemente la imitación de sonidos. Este último motivo es el que explica que nuestros perros aullen cuando escuchan música, cuando una persona imite sonidos raros en su presencia o cuando escuchan sirenas de ambulancia y otros sonidos anómalos. Dicho esto, la realidad es que en otras ocasiones los aullidos sí pueden ser síntoma de un problema.

En concreto, y según cuentan desde Pets WebMD, medio especializado en salud canina, "puede haber algún motivo médico detrás del aullido de un perro". Especialmente cuando comienza a aullar con frecuencia y sin que haya representado una acción habitual en el pasado. En ese sentido, cuando detectamos una actitud así deberemos buscar signos de enfermedad y, si no logramos detectar nada, "programar una visita veterinaria para descartar una enfermedad o lesión". En cualquier caso, los aullidos negativos suelen estar relacionados más ampliamente con la ansiedad. Y sobre todo con la ansiedad por separación.

En general, esto puede identificarse fácilmente cuando el perro únicamente ladra en ausencia de la persona que lo cuida. Además, existen otros síntomas de la ansiedad por separación a los que debemos estar atentos como "caminar constantemente de un lado a otro, tener un comportamiento destructivo, ensuciar la casa o desarrollar depresión". Sea como sea, desde Pets WebMD aseguran que "actuar mal debido a la ansiedad por separación no debe ser castigado con severidad". Simplemente tendremos que realizar los cambios que sean necesarios para que nuestro perro pueda sentirse seguro y protegido en el hogar.

Pero si bien los perros pueden aullar porque están sufriendo, porque se sienten solos o porque tiene miedo, también pueden hacerlo simplemente para llamar la atención del dueño y solicitar algo. Puede ser comida o cariño o cualquier otra cosa. Atender a estas llamadas, aunque se sienta correcto y natural, es un error dado que convierte el aullido en un arma de manipulación. ¿La solución? Según los expertos de Pets WebMD, hay que "tratar de ignorar el aullido y hacerlo invisible", además de recompensar el comportamiento silencioso. Si nada funciona, la última alternativa pasa por contratar un adiestrador de perros.