Opinión

La nueva gestión del vestuario del Barça

Hansi Flick: "El equipo puede jugar mucho mejor"

Hansi Flick: "El equipo puede jugar mucho mejor"

El Barça aterrizó en Barcelona procedente de Valencia pasadas las dos de la madrugada con una victoria en la maleta. Al día siguiente todos los futbolistas estaban entrenando a las once de la mañana. Esta semana, aunque no vuelven a jugar hasta el sábado por la noche en Montjuïc, solo disfrutarán de un día de fiesta. Es cierto que solo son detalles, pero esta es la habitual forma de trabajar de Hansi Flick. Un tipo cercano, estricto y poco propenso a conceder premios improvisados.

De momento, los futbolistas están encantados con su método de trabajo y con el trato personal. Quizá lo que necesitaba este vestuario era un entrenador con una relación estrictamente profesional. Es cierto que esto acaba de empezar, pero ya pueden apreciarse algunos indicios de que algo está cambiando.

Habrá que ver, también, la relación del entrenador con sus superiores. A día de hoy tiene muy buena sintonía con Laporta y Deco, pero veremos qué ocurre si en algún momento siente que estos no cumplen sus promesas. En este apartado, Johan Cruyff, trazó una línea roja entre el vestuario y la directiva y Pep Guardiola, en su etapa como entrenador del Barça, siempre mantuvo a raya a Laporta pese a que les unía una buena relación.

A diferencia de Cruyff y Pep, Xavi quiso ser amigo de sus futbolistas y tratar el vestuario como una gran familia. Fue un error. Como lo fue mostrar su colegueo constante con el presidente. La prueba es como acabó. El fútbol profesional no es un buen lugar para hacer amistades. Es necesario el buen rollo, aunque siempre debe mantenerse una distancia de por medio.

Las relaciones personales no deciden partidos son vitales para evitar crisis innecesarias con los futbolistas. La prueba es que los grandes entrenadores de la historia del fútbol han destacado tanto por su talento como por saber gestionar sus vestuarios. El propio Cruyff y Guardiola, además de Del Bosque, Kloop o Ancelotti son algunos ejemplos. Parece que Flick también es uno de ellos.