Opinión

El fútbol sala 'debe' un Mundial a Sergio Lozano

Sergio Lozano, durante la entrevista con SPORT

Sergio Lozano, durante la entrevista con SPORT / JAVI FERRÁNDIZ

Sergio Lozano es sin duda el jugador más importante de la generación que no lleva estrellas en el pecho tras los míticos Paulo Roberto, Luis Amado, Kike Boned, Javi Rodríguez o el coordinador del fútbol sala azulgrana Jordi Torras. Dos títulos bajo al aura de un genio llamado Javier Lozano por mucho que escueza a según quién.

El 21 de septiembre de 2016, el capitán del Barça vivió en el Mundial de Colombia uno de los momentos más duros de su carrera deportiva en los octavos de final ante Kazajistán. Él había abierto el marcador y la victoria era ya española (5-2) cuando en los segundos finales se rompió el cruzado anterior de una rodilla derecha en la que el 24 de octubre de 2015 ya habría sufrido una rotura del ligamento paletofemoral.

Fue el inicio de un calvario para el ya subcampeón universal al que se le había escapado la gloria del oro en 2012 en Tailandia cuando había maravillado con el Barça en su primera temporada que rubricó con la Champions. En la final de 2012, los tantos del exazulgrana Aicardo y del citado Torras habían adelantado a la 'Roja' (1-2), pero el mito Falcao forzó la prórroga y Neto sentenció en el 49'.

Con otras dos roturas más en la rodilla más maltratada de la historia del deporte, Sergio Lozano regresa a la lista de un Mundial tras perderse el aplazado de 2021 por lesión. Y lo hace después de un curso difícil en el que regresó a gran nivel y terminó cayendo con un problema muscular víctima de la epidemia de bajas azulgrana que le hizo jugar más de lo necesario.

Lo hizo sin rechistar, asumiendo con una humildad impropia de una estrella que el colectivo está antes... incluso de su físico. "Te arriesgas a tener problemas en tu vida diaria si hay otra rotura", le dijeron los médicos tras su cuarta lesión. Tras unos días de reflexión, regresó el espíritu más fuerte que conozco a nivel profesional. "Tengo claro que no me quiero retirar lesionado", comentaba a SPORT.

Un Fede Vidal que también ha superado un momento muy duro a nivel de salud siempre ha confiado siempre en él y no ha dudado a la hora de incluirlo en la convocatoria para el sueño de septiembre en Uzbekistán. 

El emblema azulgrana debe aprovechar la concentración para ultimar su puesta a punto y después entre todos decidirán priorizando su estado. ¿Y si el 6 de octubre el Humo Arena de Tashkent 'paga' a Lozano el Mundial que se le debe? Yo lo celebraría por él como si lo hubiese ganado una de mis hermanas.