Opinión

Flick, no aprendas castellano

Hansi Flick en su presentación con el FC Barcelona

Hansi Flick en su presentación con el FC Barcelona / Dani Barbeito

La confesión final de Hansi Flick en su primera rueda de prensa como entrenador del Barça demuestra que todavía no le han explicado todo lo que rodea al Barça. A la pregunta de nuestro colega, Xavi Torres, el técnico alemán reconoció que no sabía que era el entorno. Lleva poco en Barcelona, pero antes de su intervención alguien le debería haber informado mejor. Entre otras cosas, porque fue Johan Cruyff quien situó este vocablo en el día a día del abecedario azulgrana y también porque tarde o pronto le afectará.

Flick solo tiene un remedio para evitar que le suceda como a Xavi y se vea superado por todo lo que debe afrontar el entrenador del Barça. La única solución es que no aprenda ni una palabra de castellano. Solo así seguirá viviendo feliz. Y solo así podrá continuar afirmando que toda la entidad está a su servicio, que todo el mundo le quiere, le ayuda y confía en él.

Uno tiene la sensación que solo le han explicado las bondades del Barça y que nadie le ha informado de la delicada situación del club. No es de extrañar. El propio discurso del presidente Laporta sigue siendo muy optimista. Quizá hagan bien escondiéndole la realidad, pero deberían empezar a prepararle para evitar que le pille de sorpresa este tipo de preguntas.

Es cierto que el técnico alemán, sin haber hecho nada y sin pronunciar ni una sola palabra en español, transmite una cierta ilusión, pero no estaría de más que supiera donde se ha metido. Vivir ajeno a la realidad puede darle un tiempo de felicidad, pero el entorno azulgrana no descansa nunca. Esta semana el Barça volverá a competir en Estados Unidos con notables bajas, pero ya deberíamos apreciar los primeros cambios que aportará el técnico alemán. No son partidos sencillos, con un clásico incluido, así que mejor le expliquen la verdadera situación del Barça antes que vuelva a quedarse sin respuesta ante otra pregunta tan ingenua como la del entorno. Bueno, quizá no sea tan ingenua…