Opinión

El ejemplo de la selección española

Morata celebra la clasificación de España para las semifinales de la Eurocopa

Morata celebra la clasificación de España para las semifinales de la Eurocopa / EFE

La selección española ya está en semifinales de la Eurocopa haciendo gala de dos valores que le definen: El buen juego demostrado durante la primera fase de la competición y el corazón evidenciado en el partido contra Alemania donde sufrió y se rebeló. La mayoría de veces, los resultados son consecuencia de lo que se cuece entre bastidores. Un gol en el último instante no se logra sin fe, confianza, exigencia, ambición, humildad, fuerza y... pertenencia a un equipo. Los ímputs que transmite España dentro del campo son especiales. Y los que transmite fuera son aún mejores. Hay detalles que dicen mucho.

Como, por ejemplo. el abrigo que tuvo Pedri por parte de sus compañeros cuando se retiró lesionado; las impresionantes declaraciones de Olmo al final del partido, tras ser escogido MVP y con la euforia de la clasificacición, que puso calma para acordarse de Pedri, elogiar su potencial y desearle una pronta recuperación cuando el canario es quien le quitaba el puesto. No hay celos entre ellos. Es un equipo en mayúsculas. O los elogios de Merino al seleccionador por unir tanto al vestuario cuando no es un titular. O la confianza mostrada por De la Fuente a Unai cuando el meta genera sustos con demasiada asiduidad. Ola implicación defensiva de Nico o la.... Hay un sinfín de detalles que evidencian que esto es una familia. Solo así, se pueden conseguir retos mayúsculos. 

Nada tiene que ver con el ambiente que hay en España comparado con muchos equipos de la Eurocopa o incluso en clubes. 

Acceso a los medios

A nivel de comunicación, de trasladar un relato, España también les da un baño a muchos equipos del panorama español. El Barcelona o el Madrid, por poner los más grandes, no dan entrevistas a sus jugadores porque “los jugadores no quieren siempre” cuando estos mismos jugadores no tienen problemas en hacerlo en otro entorno, como el de la selección. Lamine es menor de edad en Barcelona y con España parece que su edad no sea un problema para explicar su ilusiones, retos o ambiciones. Un error en mayúscula es sobreproteger a los jugadores porque acercarse a los medios solo permite que el aficionado empatice más con ellos, y con el equipo. Y con el club. Pero en Madrid o Barcelona no saben verlo. España les da un ejemplo de como se hacen las cosas.