Opinión

El dinero, en el campo

Ninguna duda con Limak. El nuevo Spotify Camp Nou será una referencia mundial

Arranca la temporada del 125 aniversario

Proyecto del Espai Barça

Proyecto del Espai Barça / sport.es

Mucha es la controversia que generó la adjudicación a la constructora turca Limak de la remodelación del nuevo Spotify Camp Nou. Para empezar, dejar claro que cuando se nos propuso la posibilidad de que Limak fuese uno de los adjudicatarios, lo primero que hicimos fue documentarnos. Y analizamos todos los puntos que paso a exponerles.

Reputación y experiencia: pudimos comprobar que es un grupo importante de contrastada trayectoria en la construcción de edificios singulares: aeropuertos, presas, puentes, estadios...

Solvencia financiera: tanto la información pública como la que obtuvimos de la entidad que vela por los intereses de todos aquellos que están financiando el proyecto era muy positiva y ofrecía un confort total a esos inversores. 

Oferta desde un punto de vista técnico y de compliance: recibimos el visto bueno de los equipos internos del club, así como de los asesores externos. Alcanzó la máxima puntuación en el aspecto técnico

Oferta económica, plazos de ejecución y garantías: no era la oferta más económica de las recibidas, pero sí incorporamos el plazo de ejecución, muy inferior a las restantes. Ello la hacía la más favorable. Además, era la que aportaba las mayores garantías económicas en caso de incumplimiento y ejecución de obra. 

Ante esta situación no existía ningún motivo para no adjudicar a Limak esta obra. Lo que no es correcto, por parte de algunos detractores de esta adjudicación, es difundir informaciones erróneas, quiero pensar que por desconocimiento. Decir que se hizo un proyecto específico para Limak y que el resto de las empresas constructoras no eran conocedoras no es cierto. Todas sabían de la necesidad de variar el proyecto para que la cubierta quedase instalada en un plazo de solo dos meses y que la cimentación sufriría una variación para albergar la tercera gradería, donde por cierto yo sí me sentaría sin ningún temor cuando esté habilitada. También decir que se contrató desde el propio FC Barcelona a Nikken Sekkei para hacer el seguimiento del proyecto y que esas variaciones indicadas respetasen el espíritu de su proyecto original. Y así fue.

Imagen virtual de lo que debería acabar siendo el Espai Barça

Imagen virtual de lo que debería acabar siendo el Espai Barça / FCB

Consultadas distintas fuentes, incluido un reciente encuentro en un restaurante de cocina turca en la calle Enric Granados de Barcelona, muy recomendable por cierto, todos coinciden en decir que las obras van por buen camino, a pesar de las limitaciones que se han encontrado si lo comparamos con otras construcciones de estadios en otras ciudades. Nada que reprochar. Simplemente que nuestra realidad normativa es la que es y debemos convivir y adaptarnos a ella. 

Será a finales de este año o a principios del próximo cuando empiece a rodar el balón en el nuevo Spotify Camp Nou y, por tanto, queden disipadas muchas dudas al respecto. También la tranquilidad de los inversores en cuanto a generar mayores ingresos y, en consecuencia, la seguridad del retorno de su inversión que cuenta con la única garantía de esos mayores ingresos adicionales. 

También en ese momento tendremos muchas más opciones para refinanciar la deuda existente a tipos de interés mucho más bajos y a plazos más largos que los actuales, tal y como ya estaba previsto. Además, parece que el riesgo reputacional está ya mucho más relajado, ya que las distintas sentencias van dando la razón al club. 

Adicionalmente, dos cuestiones que considero determinantes. Por un lado, este proyecto es esencial para la recuperación económica del club, tanto para ir reduciendo la deuda estructural de forma progresiva como para poder disfrutar de los fichajes más relevantes del mercado. También lo es para recuperar esa autoestima de tener el mejor estadio del mundo a la altura de nuestra institución. Y, por otro lado, es un escaparate magnífico para Limak de cara a su apuesta de entrar en el mercado de Europa occidental por la puerta grande, siendo a su vez conscientes de que se trata de un arma de doble filo en caso de no hacerlo perfecto, cosa que no se pueden permitir. En este aspecto también resaltar la gran energía que desprende el hecho de que colaboren en el proyecto profesionales de más de 40 nacionalidades distintas. Una buena parte del mundo está representada y hace que el Barça sea, nuevamente, un club universal.

Una vez más, animo a todos los barcelonistas a la unión y apoyo, en este caso a un proyecto que acabará siendo nuestra casa durante muchos años y será a buen seguro un referente mundial y un nuevo motivo de orgullo.