Opinión

La decisión que puede salvar la 'explosión' de Bernal y Casadó

Marc Bernal, en una acción del partido contra el Manchester City

Marc Bernal, en una acción del partido contra el Manchester City / Valentí Enrich

Después del partido ante el Manchester City, hay muchos seguidores que lo tienen claro: ya no hace falta un mediocentro de carácter más bien defensivo. Si hasta la fecha era imperdonable que el club no hubiera reforzado dicha posición, ahora ha pasado a ser un deseo obsoleto. Las brillantes actuaciones de Marc Bernal y Marc Casadó en el doble pivote han disparado los niveles de ilusión e incluso ya hay quien asegura que la sala de máquinas de los próximos años ya tiene dueños.

Rebobinemos un poco. Si los 'Marcs' se salieron en Orlando es porque llevan trabajando como jabatos desde el minuto uno de la pretemporada. Sin titubear, el club les puso frente a Flick para que fueran ellos, hablando en el campo, quienes marcaran la necesidad real de firmar o no a un pivote. Pero es posible que nada de todo esto hubiera ocurrido si el club no hubiera tirado de valentía a principios de verano.

Durante el mes de mayo, Xavi había sido ratificado en el cargo y el futuro de Marc Casadó, que no contaba para el egarense, estaba más fuera que dentro del club. El vallesano acababa contrato el pasado 30 de junio y ya contaba con varias propuestas de clubes de Primera División. Por su parte, múltiples equipos potentes estaban dispuestos a abonar los seis millones de cláusula que tenía Marc Bernal.

Riesgo de fuga

Ante tal escenario, Deco tenía que mover ficha ya que corría el riesgo de perderles si no lograba presentarles una delimitada hoja de ruta deportiva y también un esfuerzo económico por parte de la entidad. El director deportivo suplió la falta de recursos con una decisión valiente y nada sencilla: relegar al capitán Sergi Roberto en la lista de prioridades.

Deco consideró que firmar la renovación del de Reus significaba comprometer una 'bolsa' de dinero y espacio salarial que se podía aprovechar para seducir a Marc Bernal y Marc Casadó, dos jugadores en el inicio de su carrera de 17 y 20 años respectivamente. Es decir, el luso-brasileño priorizó la visión de futuro al corto plazo, pues es innegable que el de Reus, de 32 años, está cada vez más cerca de colgar las botas y además podía -puede- obstaculizar a los Marcs a nivel de minutos.

Marc Casadó, ante el Manchester City

Marc Casadó, ante el Manchester City / VALENTÍ ENRICH

Por fin pensando en el largo plazo

La postura del Barça no fue 'fulminar' al capitán. De hecho, en el club están contentos con el rendimiento de Sergi este último curso y siguen pensando que podría ser una figura de utilidad. Tanto dentro como fuera del césped. Sin embargo, los problemas de 'fair play' y económicos obligan a una precisión quirúrgica en la planificación. Y, ahí, la entidad creyó que tenía más sentido dar preferencia a dos jugadores de futuro y con más energía. A partir de ahí, es lógico y legítimo que el de Reus no quiera esperar a última hora para conocer si habrá espacio salarial para él.

De la misma manera que se ha criticado al Barça -y con razón- por falta de determinación o atrevimiento en algunas situaciones en los últimos años, es de toda justicia elogiar que la valiente jugada del club con los Marcs y Sergi Roberto tenía todo el sentido del mundo. Visto lo visto, tiene muchos números de ser una apuesta ganadora. Más vale tarde que nunca y bien haría el club en tomar nota para repetir fórmula en más casos que están por venir.