Opinión

La decisión de Nico Williams

El mural de Lamine Yamal y Nico Williams, en Barcelona

El mural de Lamine Yamal y Nico Williams, en Barcelona / @eslicer y @konestiloart

Escribir sobre un jugador en particular en época de mercado es un deporte de alto riesgo; uno corre el peligro de que, al terminar la columna o que cuando el lector la lea, la noticia quede anticuada. Todo ocurre de manera imprevista y veloz, así que me perdonaréis si en el momento en el que estéis leyendo esto, Nico o el Barça, hayan tomado ya una decisión. Porque si el veredicto final aún no ha sido revelado, está al caer.

Nico Williams tiene delante una encrucijada de lo más enrevesada; o quedarse en el club de su vida o irse al equipo que le puede convertir en estrella mundial y jugar junto a su gran amigo Lamine Yamal. A mí no me gustaría estar en su situación, pero tengo claro que lo mejor que puede hacer es ir al FC Barcelona a intentar ganarlo todo y convertirse en una estrella. 

Nico y Lamine celebran el gol del primero ante Georgia

Nico y Lamine celebran el gol del primero ante Georgia / Pablo Garcia/RFEF

Lamine-Nico pueden hacer historia derrocando al dúo Vinicius-Mbappé, y también, de rebote, que La Liga reviva una era dorada de rivalidad tan necesaria viendo audiencias y opiniones externas. A priori, los dos jugadores del Madrid parecen mejores, pero la realidad es que juntar galácticos repletos de ego no siempre sale bien. Véase el pasado blanco. Lo que sí que funciona es juntar amigos con talento, y de amistad y virtudes, Nico y Lamine van sobrados.

El Barça debe enfocar todos sus esfuerzos en hacer posible su llegada y poco más. En caso de que el fichaje no se haga realidad, evitaría cometer los mismos errores de años anteriores gastando un dinero que no hay en apuestas inciertas, para así ahorrarnos ridículos innecesarios. Mientras el Real Madrid ficha pagando con gloria -una gloria que compra joyas, yates, casas y coches-, el Barça debe de ser meticuloso en todos sus movimientos de mercado; muchos seguimos preguntándonos -retóricamente- qué demonios hay detrás de fichajes como el de Vitor Roque y advertimos que cometer símiles sandeces, sería motivo más que comprensible para pedir la cabeza de algunos.

Dejando de lado el temor, el culé vive un verano expectante con la llegada del nuevo entrenador Hansi Flick que parece estar poniendo a tono el equipo tapando las carencias físicas que hemos visto en las últimas temporadas. El culé vive también un verano de ilusión tras la Eurocopa ganada de forma brillante por la roja junto a su joven estrella de 17 años que ha impactado al mundo entero. El broche de oro, blaugrana, sería materializar la llegada de Nico Williams para acabar de excitar las emociones culés y poder competir de tú a tú con un Real Madrid repleto de estrellas. 

Si Nico decide quedarse en el Athletic de Bilbao, será una elección más que comprensible y respetable, pero en caso de que finalmente elija ir a Barcelona y estar al lado de su mejor amigo, la decisión le cambiará la vida a él y al Barça. Porque los dos juntos pueden hacer historia y provocar que el FC Barcelona vuelva a estar donde se merece, en la cima del futbol mundial.