Opinión

El afán de protagonismo cuesta caro

Una moción de censura solo causaría un perjuicio incalculable para el club. ¿Dónde estaban algunos en el 2020 cuando el problema era muy grave?

El Barça busca una venta

Jordi Farré presenta una moción de censura contra Bartomeu

Jordi Farré presenta una moción de censura contra Bartomeu / JAVI FERRÁNDIZ

Ha sido acabar la temporada, especialmente tras el final del primer equipo de fútbol masculino, y empezar a aparecer opiniones críticas de socios hacia la actual junta directiva. Todo el mundo es libre de opinar. El Barça es un club democrático, los socios son sus propietarios y lo seguirán siendo por mucho que algunos digan que está a un paso de convertirse en SAD, pero duele cuando esas opiniones críticas son interesadas, se empiezan a hacer con afán de protagonismo y mirando ya a las elecciones a la presidencia que deberían celebrarse en el 2026.

A todos estos grupos, les diría, para empezar, que el club necesita estabilidad. Y que la necesita durante todo el mandato de una directiva elegida de forma democrática por una gran mayoría de socios, concretamente 30.184. Necesita el club y también la junta directiva estabilidad para poder trabajar con eficacia y conseguir buenos resultados en todos los ámbitos. La inestabilidad, sin embargo, solo puede llevar a tomar decisiones de forma precipitada, decisiones que pueden acabar resultando erróneas.

Estamos leyendo y escuchando en las últimas semanas en los medios de comunicación que diferentes grupos quieren posicionarse y arrancar un debate para solucionar los problemas que, según ellos, tiene el FC Barcelona. La primera pregunta que les hago a todos ellos es la siguiente. ¿Dónde estaban cuando realmente nuestro club tenía un problema, un problema que era muy grave? Y tengo más. ¿Por qué aparecen ahora cuando otros llevan tres años picando piedra y trabajando sin descanso para salvar a un club que estaba moribundo y que por fin ha empezado a ver la luz al final del túnel? ¿Ahora les apetece figurar?

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en el palco del Johan Cruyff para dar ánimo al filial

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en el palco del Johan Cruyff para dar ánimo al filial / JAVI FERRANDIZ

Es muy legítimo que alguien quiera presidir el FC Barcelona, pero lo que debe hacer ahora quien quiera hacerlo es prepararse y también presentar propuestas en positivo que puedan ayudar a mejorar la situación del club. Nada de empezar a hablar de mociones de censura como he podido leer en las últimas semanas. Porque las mociones de censura nunca son en positivo, siempre son en negativo y estaría centrada en la hostilidad con la que algunos llevan tratando al presidente Joan Laporta desde hace muchos meses, diría que desde que ganó las elecciones y accedió de nuevo al palco. Lo único que se conseguiría con la presentación de una moción de censura sería bloquear un club que está en un momento muy importante, trascendental diría yo, en la toma de algunas decisiones que serán fundamentales para poder acabar de enderezar de forma definitiva la situación económica y también para el futuro.

Moción de censura

Y he decidido criticar a los que se atreven a hablar de moción de censura, ya no porque considere injusto que alguien se atreva a ponerla, especialmente porque sería un perjuicio muy importante para el FC Barcelona en estos momentos en los que se ha apostado por iniciar un nuevo proyecto deportivo, en los que se trabaja para firmar importantes contratos y en los que se sigue avanzando en las obras del nuevo Spotify Camp Nou. Por cierto, me gustaría saber si todos los que tanto critican a Laporta y su junta directiva hubiesen tenido la valentía, con la situación económica que nos encontramos, de decidir iniciar un proyecto tan importante para el club. Importante a todos los niveles, deportivo, económico y social. Y que lleva unos cuantos años de retraso.

Debe tener muy claro todo el mundo que una hipotética moción de censura no tiene ningún tipo de coste para los promotores de la misma. A ellos les sale gratis y logran la notoriedad que buscan apareciendo cada día en los medios de comunicación. Para la institución, como explicaba con anterioridad, el coste es incalculable. Por la paralización del club que ya argumentaba y también por la imagen de cara al exterior, con muchos socios que acompañan al Barça en este viaje preguntando sobre lo que está pasando y sin saber si puede tener consecuencias negativas para ellos.

Es por todo ello que espero que todos los socios de la entidad seamos responsables en estos momentos y tengamos como prioridad nuestro FC Barcelona. Toca construir y no destruir. Toca aportar en positivo y no buscar notoriedad o llegar al poder antes de lo que toca. Quien quiera ser presidente del Barça que trabaje para serlo, pero que ahora respete la decisión que tomó el socio en las elecciones celebradas en el 2021. Que trabaje y construya un equipo que sea capaz de confrontar ideas en las próximas elecciones. En estos momentos, no hace falta ninguna moción de censura ni nadie con afán de protagonismo.