Negociaciones en Cataluña

Rull se abre a que Puigdemont pueda optar a la investidura sin tener un pacto previo con ERC

El presidente del Parlament transmitió a la junta de portavoces que "prevalece la voluntad" de los aspirantes y que no es un requisito tener un acuerdo sellado con otro grupo para postularse

El líder de Junts, Carles Puigdemont, junto al presidente del Parlament, Josep Rull, en Bruselas.

El líder de Junts, Carles Puigdemont, junto al presidente del Parlament, Josep Rull, en Bruselas. / ACN

Sara González

¿Quién optará antes a la investidura: Salvador Illao Carles Puigdemont? Es el interrogante que en estos momentos sobrevuela el Parlament con la última semana de julio y la primera de agosto señalada en rojo en el calendario. Ambos dirigentes cortejan a ERC, pero el president del Parlament, Josep Rull, ha dejado claro que el principal argumento para fijar una fecha para uno de los dos aspirantes es que expresen la "voluntad" de concurrir, sin que un pacto previo con otro grupo sea requisito indispensable. De hecho, el reglamento de la Cámara no fija ninguna condición para postularse al cargo, por lo que estaría dentro de las prerrogativas del presidente de la institución.

Así lo dejó entrever Rull, según ha podido saber EL PERIÓDICO, del mismo grupo editorial, en la reunión de la junta de portavoces que tuvo lugar el 25 de junio, el día antes de que se celebrara el pleno que activó la cuenta atrás de dos meses para la repetición electoral porque ni el PSC ni Junts dieron el paso bajo el argumento que no habían recabado los apoyos suficientes. Fue en respuesta a un portavoz de grupo, que preguntó qué criterio se seguiría a partir de entonces para convocar un pleno de investidura y si se tendría en cuenta si tenía o no algún otro apoyo cerrado más allá del de su propio partido.

Una pregunta directa en la junta de portavoces

Hasta cuatro dirigentes presentes consultados de distintos partidos aseguran que la contestación de Rull dejó la puerta a abierta a la posibilidad de que Puigdemont opte a un pleno de investidura sin haber logrado antes un acuerdo ni con ERC, como pretende, ni con ninguna otra formación más allá de los 35 diputados que tiene Junts. "Dijo que no haría falta un pacto previo", asegura un dirigente presente en la reunión. "Dio a entender que, teniendo la predisposición de la persona candidata, aunque no tuviera los apoyos, podría proponerlo", añade otro.

"Rull no fue claro en su respuesta", dice un tercero sobre el interrogante de si podía ser propuesto un aspirante solo con el apoyo de su propio grupo. Y un cuarto diputado asegura que el "espíritu" de lo que trasladó era precisamente no vetar ese escenario, aunque matizando que eso no quiere decir que se pueda presentar cualquier representante de un grupo minoritario. Fuentes de la presidencia del Parlament aseguran que Rull explicó ante la junta de portavoces el por qué del acto equivalente y que, efectivamente, defendió que "prevalece la voluntad" de los aspirantes, como también ha dicho en público, sin que sea un imperativo tener atada ninguna suma. La esencia del parlamentarismo, recuerdan, es que el presidenciable trate de convencer desde el atril a lor grupos para que le apoyen.

Lo cierto es que el reglamento del Parlament no establece ningún criterio imprescindible para poder optar a la investidura. En 2021, el primer intento de Pere Aragonès fue fallido porque Junts no le dio apoyo, aunque ERC sí que tenía un acuerdo con la CUP. Todos los aspirantes a presidente que ha habido hasta ahora -con la excepción de Artur Mas con Junts pel Sí, que sumaba 62 diputados- han dado el paso con una alianza previa con otro partido, fuera suficiente o no para ser proclamados.

¿Puigdemont antes que Illa?

Pero, sobre el papel, tenga o no un aliado, el presidente de la Cámara tiene margen de maniobra si no hay un candidato con la mayoría absoluta de 68 apoyos amarrada que se postule primero. Esto es lo que intenta Illa de la mano de ERC y de los Comuns, mientras que los republicanos han trasladado que no piensan dar su 'sí' a Junts a sabiendas de que el PSC no se va a abstener para facilitar que Puigdemont sea presidente. No obstante, hay negociadores que empiezan a temer que el expresident tome la delantera con la intención de dinamitar una entente del flanco de izquierdas.

Una inquietud que coincide con que hay cuadros en Junts que plantean que tendría más épica y sería más coherente que el "retorno de país", a riesgo de ser detenido, fuera para su propia investidura y no para la del candidato del PSC, además de los preparativos para que el dispositivo para su regreso al Parlament sea multitudinario y la revisión que ha pedido Rull del protocolo que establece que solo él podría autorizar la entrada de agentes policiales en la Cámara.

En los Comuns admiten que es un "imponderable" que acabe siendo Puigdemont, y no Illa, quien haga el primer intento, sobre todo porque el clima de presión sobre ERC que podría tener una eventual detención podría complicar el acuerdo con los socialistas. Sin embargo, en el PSC mantienen la confianza en los republicanos y quitan hierro al impacto que pueda tener el regreso del expresident aunque sea encarcelado. La consigna que transmiten es que aún hay tiempo por delante para pactar, que la ciudadanía en Catalunya se ha alejado del fervor del 'procés' y que, en todo caso, Junts no tiene ni tendrá la suma suficiente para quedarse con la presidencia de la Generalitat.

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