Crisis en el país suramericano

El candidato opositor venezolano desafía por tercera vez la orden de comparecer ante el fiscal general

La oposición rechaza rotundamente las acusaciones del Gobierno de Maduro y tener responsabilidad alguna en el masivo corte de luz

La fiscalía venezolana cita por tercera vez a González Urrutia bajo la amenaza de arresto

Venezuela sufre un apagón nacional por un supuesto "sabotaje eléctrico"

Venezuela sufre un apagón nacional por un supuesto "sabotaje eléctrico" / HENRY CHIRINOS / EFE

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Edmundo González Urrutia se quedó en su casa y no fue necesariamente el apagón que afectó al 80% del territorio venezolano lo que motivó su reticencia a presentarse ante el fiscal general, Tarek William Saab, quien lo investiga por la presunta comisión de delitos electorales. María Corina Machado, la líder del antimadurismo, había asegurado el jueves que el abanderado opositor en las elecciones del pasado 28 de julio, no acudiría a la cita en el Ministerio Público. Saab dejó en el aire la posibilidad de ir a buscarlo por la fuerza ante el tercer incumplimiento de la citación judicial.

Por lo pronto Perkins Rocha, coordinador legal de Vente Venezuela, el partido de Machado, fue acusado por la fiscalía de los delitos de "traición a la patria", "terrorismo", "asociación para delinquir" e "incitación al odio" durante una audiencia realizada en la sede del servicio de inteligencia, donde se encuentra detenido. Rocha no es González Urrutia y queda en el aire la pregunta de si el Palacio de Miraflores pasará el límite represivo que se autoimpuso en otros momentos del conflicto político.

El Gobierno enfrentaba este viernes un problema mayor al desacato del exdiplomático, de 75 años, quien para la Plataforma de Unidad Democrática (PUD), ha ganado los comicios. Las autoridades ejecutivas denunciaron que a las 4.40 de la madrugada buena parte del país fue blanco de un "sabotaje eléctrico" que dejó sin luz a los 24 estados. "Desde tempranas horas toda la vicepresidencia de servicio todo el equipo de Corpoelec está trabajando intensamente para revertir esta afectación y restituir el servicio en todo nuestro país", informó el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez. La luz comenzaba a retornar a algunas zonas de Caracas cuando el Gobierno apuntó con sus cañones retóricos contra la oposición. "Estoy junto al pueblo enfrentando este ataque criminal. Calma y cordura, nervios de acero", hizo saber el presidente Nicolás Maduro

El ministro venezolano del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, atribuyó la acción a la "ultraderecha" que, dijo, reincide en sus métodos "porque sabe que la paz se está imponiendo, están derrotados y su agenda violenta ha fracasado". Cabello, cuya reciente llegada a la cartera que maneja a las fuerzas de seguridad supone la decisión de endurecer la política hacia los adversarios, advirtió: "Nuestra respuesta será contundente". Para Jorge Arraza, otro de los referentes del madurismo, no cabe duda de que existe una relación entre los cortes de luz y la política opositora de desconocimiento de la victoria en las urnas del presidente. "Se notan todas las costuras a los enemigos, van de los ataques informáticos a los eléctricos".

Reacción opositora

Algunos portavoces del antimadurismo descartaron que el mega apagón estuviera relacionado con un acto conspirativo. "Esa narrativa no la creen ni los chavistas más radicales, pero terminan callados porque también son perseguidos", dijo Juan Pablo Guanipa. El exdiputado José Guerra siguió esa misma línea de razonamiento: "el estribillo cuando hay un apagón: el sabotaje. Haberse robado miles de millones de dólares de la emergencia eléctrica desde 2010 tiene su efecto en fallas (del sistema)".

Lula no reconoce a Maduro

La imagen de una Caracas a oscuras no solo se superpone con las advertencias de la fiscalía a González Urrutia sobre las consecuencias de su negativa a declarar. Pocas horas después de que la UE decidiera no reconocer el triunfo de Maduro, acreditado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por encima de las atribuciones del Consejo Nacional Electoral, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva se pronunció de manera similar a Europa aunque con un matiz importante de diferenciación: "No acepto ni su victoria ni la de la oposición. Creo que hay algo: la oposición dice que ganó, él dice que ganó, pero no tiene pruebas. Entonces, exigimos pruebas", dijo a una radio de su país.

Lula ha intentado junto con su colega colombiano, Gustavo Petro, contribuir a una salida negociada de la crisis venezolana. Las gestiones, que incluyeron las sugerencias de un Gobierno de coalición y nuevos comicios, no han llegado por el momento a buen puerto. Lula dijo que no "cuestiona" al TSJ por haber convalidado los resultados del 28 de julio. Sin embargo, consideró que eso debía haberlo hecho el Consejo Nacional Electoral (CNE). "El presidente Maduro no escuchó al Consejo Nacional Electoral (CNE) y fue directo para la Corte Suprema. Debería pasar por el Consejo, que fue creado para ese fin".

En este contexto, el rector del CNE Juan Carlos Delpino volvió a expresar su disidencia con el organismo y sus hipótesis de un ataque informático. "Yo tengo elementos de carácter técnico, de auditoría y el acta que se levantó en totalización que da clara evidencia que el hackeo pudo no haberse producido nunca".