Elecciones en Francia

Jean-Luc Mélenchon: el fusible que hace saltar la alianza entre la izquierda y el macronismo

La presencia del fundador de La Francia Insumisa en el Nuevo Frente Popular levanta ampollas en la posible coalición con el macronismo en la segunda vuelta

Jean-Luc Mélenchon, en una intervención durante la campaña.

Jean-Luc Mélenchon, en una intervención durante la campaña. / EFE

Leticia Fuentes

“La omnipresencia de Jean-Luc Mélenchon avergüenza al Nuevo Frente Popular”, titula el medio francés Ouest France. La figura de Jean- Luc Mélenchon siempre ha generado en Francia una brecha entre las opiniones y en los últimos años, importantes polémicas

Fundador de La Francia Insumisa, figura clave en la izquierda francesa y el fusible que ha hecho saltar el cordón sanitario en estas elecciones legislativas. De hecho, su presencia levanta ampollas en la posible coalición del Nuevo Frente Popular y la mayoría presidencial en esta segunda vuelta. “Si no estuviera Mélenchon… votaría al Nuevo Frente Popular. Para mí es demasiado”, afirma Nicolás, un joven parisino del 6eme, ante la pregunta sobre qué le parece esa coalición de izquierdas y si votaría por ella. 

Hace unas semanas, la izquierda tardó tan solo unas horas en unirse y crear este Nuevo Frente Popular tras el anuncio del presidente del adelanto de las elecciones legislativas, para combatir a la extrema derecha. Aun así, la figura de Mélenchon dentro de la coalición de izquierdas, que se presentaba como la única fuerza capaz de derrotar al lepenismo, ha generado importantes grietas, hasta el punto de que en la campaña su equipo lo ha relegado a un segundo plano. Sus apariciones han sido mínimas; no estuvo en la rueda de prensa de la presentación del Nuevo Frente Popular y en la de su hoja de ruta, tampoco en la foto de familia, y menos en los dos debates electorales. Si ya entre la izquierda genera dudas y desacuerdos, en la derecha su papel en la política supone un “peligro para la nación”, dicen. 

“La Francia Insumisa es un peligro para la nación, como Reagrupamiento Nacional es un peligro para la República”, afirmó el ministro de Economía, Bruno le Maire durante una entrevista. No es el único. A las críticas se suman otros pesos pesados del macronismo y del gobierno actual. Algunos, incluso, apuntan al líder de los insumisos como la causa de que la mayoría presidencial no forme parte de ese cordón sanitario de las izquierdas para frenar a Reagrupamiento Nacional. 

Para llegar fuertes, sólidos y unidos, el Nuevo Frente Popular ha intentado durante toda esta campaña electoral exprés, evitar que el político y filósofo haga sombra a toda la coalición. A pesar de que Mélenchon afirmó estar listo para ser Primer Ministro e insistió: “No me excluyo, pero tampoco me impongo”, fuentes cercanas a la unión de izquierdas lo descartan por completo. 

A cuatro días de las elecciones legislativas, el NFP aún no ha anunciado su candidato a Primer Ministro, pero por seguro, dicen, que “no será Jean-Luc Mélenchon”.

Desde que se anunció el adelanto de estos comicios, la batalla electoral la libran los “dos extremos”, como los tacha Macron, quien también afirmó hace unos días que, ambos programas, tanto el de Reagrupación Nacional como el de La Francia Insumisa, podrían ocasionar una “guerra civil” en el país en caso de salir elegidos. El presidente quiso ir aún más lejos al hablar de Mélenchon, asegurando que sus ideas económicas pueden llevar al país a la ruina. 

Para Bardella, “los agentes del caos” -refiriéndose al Nuevo Frente Popular-, son “una alianza de lo peor de la extrema izquierda, reunida tras la figura de Mélenchon”. 

Mélenchon camino ¿hacia Matignon?

En 2017, Jean-Luc Mélenchon bajo su partido La Francia Insumisa consiguió un 19,58% de los votos y se convirtió en diputado en la Asamblea Nacional. En las elecciones presidenciales de 2022 subió de nivel, y ante una izquierda fragmentada, el líder de los insumisos consiguió un 21,95% de votos, quedando en tercera posición. 

Sus políticas contra la reforma de pensiones, el aumento de salario mínimo, su propuesta de renegociar los tratados europeos para permitir políticas económicas más flexibles, o su lucha por sacar a Francia de la OTAN le han ayudado a crecer en la política francesa. Aunque también se ha ganado fuertes críticas en los últimos meses, por su posición sobre Palestina, tachándolo de antisemita. Algunos catalogan a su partido como de extrema izquierda, por tener ideas demasiado “revolucionarias”. 

Ahora, su papel en estas elecciones legislativas genera incomodidad en ambos lados del arco político, aunque no en el mismo grado. A pesar de los reproches, y a tan solo unos días de la segunda vuelta de las legislativas, el macronismo acerca posturas con el Nuevo Frente Popular mediante un juego de ambigüedad y una estrategia de retirada de candidatos en las circunscripciones en las que existen tres candidatos, para potenciar el cordón sanitario e impedir la cohabitación con un Primer Ministro de extrema derecha.