La madre de Rubiales continúa con su trágica huelga de hambre: "Hasta que mi cuerpo aguante, no me importa morir"

El párroco de la iglesia no está nada cómodo con la situación

Un médico ha accedido a la iglesia esta mañana

Huelga de hambre de la madre de Rubiales por la "cacería, inhumana y sangrienta" a su hijo

Huelga de hambre de la madre de Rubiales por la "cacería, inhumana y sangrienta" a su hijo

Sandra Artuñedo

Sandra Artuñedo

La madre de Luis Rubiales, hasta ahora presidente de la Real Federación Española de Fútbol, se ha encerrado este lunes en la iglesia de la Divina Pastora de Motril, Ángeles se ha declarado en huelga de hambre hasta que se encuentre una solución a "cacería, inhumana y sangrienta". En contra del "asesinato social" tras el beso forzado a Jenni Hermoso, Ángeles Béjar inicia su revelión: "están haciendo con mi hijo con algo que no se merece".

La ocupación de la iglesia del barrio de Capuchinos de Motril será "de manera indefinida, día y noche" hasta que se haga justicia con su hijo, según ha contado a EFE la madre de Rubiales. En su segundo día de huelga Ángeles Béjar ha ofrecido declaraciones para 'El programa del verano'.

La reportera ha detallado que el párroco de la iglesia no está a gusto con la tesitura: "Lo hemos visto salir esta mañana a primera hora, no ha querido dar declaración alguna y no se le veía nada cómodo con la situación" y la situación se complica porque "pese al encerramiento, esta tarde hay una misa programada a las 20:00 horas".

La periodista ha conseguido hablar en exclusiva con Ángeles mientras permanece encerrada en el interior de la iglesia. La madre de Luis Rubiales, al igual que las primas del presidente, señalan a Jenni Hermoso: "Hola, quiero que esta chica diga la verdad". Tras esto, la mujer le decía a la compañera: "Estoy bien, muchas gracias. Ya, por favor, quiero rezar".

La periodista ha preguntado de nuevo por su estado de salud después de haber visto a un médico a primera hora de la mañana acceder a la iglesia. Ángeles le aclara rápidamente: "Estoy bien, creo mucho en Dios y pido la verdad". Sin embargo, la declaración ha sorprendido a la reportera: "Estaré hasta que mi cuerpo aguante, no me importa morir por la justicia porque mi hijo es una persona decente".