El extraño método de este soltero para ligar en 'First Dates': "Tengo el nivel de testoterona bastante alto"

First Dates tiene como principal finalidad que sus participantes encuentren el amor o, al menos, empiecen a buscarlo. Con tantas citas a ciegas pasando por sus mesas, lo más probable es que alguno de los encuentros salga bien y que otros salgan francamente mal.

'First Dates' es un programa presentado por Carlos Sobera. Se estrenó en 2016, y tanto ha sido su éxito que ha sido proclamado como un programa de referencia de Cuatro. Los espectadores pueden disfrutarlo de lunes a viernes a las 21:05 horas.

Los comensales son los que se presentan delante de las cámaras, casi sin ningún tipo de filtro ni contraste. Y es que algunas historias son tan asombrosas que cuesta creer que sean verdad. 

El programa junta a parejas en una cita a ciegas. Estos participantes mantendrán una conversación durante la cena en la que se conocerán y verán si realmente son compatibles o no. Al final del encuentro, decidirán si han tenido gustos afines y quieren seguir conociéndose, o si, por lo contrario, prefieren no saber nada el uno del otro.

Viviane, ha venido desde Brasil al restaurante de 'First Dates' para encontrar el amor. Se lo dejaba claro a Sobera: "busco a un chico guapo y que sea todo un caballero" y parece que la chispa ha saltado en cuanto ha visto entrar a Martín por la puerta, que ya se mordía el labio.

Martín, nació en Argentina, pero ha vivido en España desde los 3 años. A él, también le ha encantado Viviane desde el primer momento: el Cupido del programa ha hecho bien sus deberes.

La complicidad se veía en la cita, sobre todo la física: las miraditas entre ambos eran imposibles de disimular. Durante la cena han hablado de deporte, de dietas, de físico y hasta de tener hijos. Viviane quiere tener gemelas y en un rápido intento de conquistarle Martín le ha soltado: "No te preocupes, yo tengo el nivel de testosterona alto, siempre me lo han dicho".

Un comentario ante todo, extraño a la hora de ligar, pero que a Viviane le ha servido y le ha sacado una sonrisa. Los postres les han llevado directos a la otra sala, donde el beso no ha tardado en llegar. Tal para cuál, se han ido del restaurante cogidos de la mano.