La exitosa campaña del Madrid para irse de rositas en la sanción de la Euroliga

El club blanco activó rápidamente a su departamento de comunicación y presidencia para que los jugadores involucrados pidieran perdón públicamente

Con el presidente Florentino en la tribuna, la Euroliga vivió su peor episodio de su historia, pero acabó cediendo a las presiones del club blanco para suavizar las sanciones

Rudy Fernández y Obradovic abandonan la pista amistosamente tras la trifulca vivida en la pista

Rudy Fernández y Obradovic abandonan la pista amistosamente tras la trifulca vivida en la pista / EFE

Ramon Palomar

Ramon Palomar

El Madrid, instigador de la trifulca ante el Partizan, salió como claro vencedor después de conocerse la multa impuesta por la Euroliga que prácticamente emparejó las sanciones a los dos clubs cuando fue claramente el Madrid el que encendió la hoguera a través de Sergi Llull, en un partido que los blancos habían perdido claramente en la pista (80-95).

Y es que en las imágenes, Sergi Llull, que inició toda la trifulca, fue uno de los primeros en disculparse al que le siguieron uno de los grandes protagonistas, Yabusele, que ‘solo’ quedó en cinco partidos de suspensión por lesionar a Exum.

También se añadió en esa política de cantar el 'mea culpa' Rudy Fernández como capitán para tratar de suavizar la posible sanción de la Euroliga que todavía no había sido anunciada.

Campaña del club

Desde el mismo club blanco comunicó a los medios que ellos también tomarían cartas en el asunto para tratar de dilapidar responsabilidades.

Todo pura palabrería blanca para conseguir el objetivo final: una sanción leve como acabó siendo la impuesta por la Euroliga que todavía les deja con vida en estos play-off aunque con la eliminatoria muy cuesta arriba.

Paralelamente a toda esta campaña mediática de contrición blanca, el Madrid estuvo en contacto con la Euroliga tratando de conseguir cierta indulgencia a pesar de la claridad de las imágenes. Una presión que vista la decisión de la Euroliga, les ha permitido irse de rositas a pesar de la vergüenza que hizo pasar al baloncesto europeo.