Un encapuchado con una mochila retrasó el inicio del segundo tiempo del Alemania-Dinamarca
Las fuerzas especiales de la policía alemana lo tuvieron vigilado durante la segunda parte y lo detuvieron a punta de pistola al acabar el partido
El VAR se alía con Alemania y castiga a Dinamarca
En el Alemania - Dinamarca de los octavos de final de la Eurocopa que se disputó en el Westfallenstadion, también conocido como Signal Iduna Park, pasó absolutamente de todo. Más allá de que ambos equipos ofrecieron un partido vistoso, atrevido y con múltiples ocasiones, la meteorología y la estupidez humana se pusieron de acuerdo para convertir esos 90 minutos de fútbol en 90 minutos de locura.
Alemania selló su billete para los cuartos de final con un triunfo sólido con goles de Kai Havertz (de penalti) y Jamal Musiala. Los de Julian Nagelsmann fallaron ocasiones inimaginables, pero no acabaron sucumbiendo a una de las máximas del fútbol: 'el que perdona, la paga'. Es más, el fuera de juego semiautomático les salvó del 0-1 de Dinamarca al anularle un gol a Joachim Andersen por escasos milímetros. Era casi imposible que el futbolista danés sacará ventaja de aquel ridículo espacio.
Sin embargo, el partido disputado en Dortmund será recordado por dos sucesos externos. El primero obligó a detener el partido en la primera parte durante 25 minutos por una situación de mucho riesgo para los protagonistas. El segundo, que pasó inadvertido para casi todos los espectadores, retrasó el inicio del segundo tiempò, y algunos se temían lo peor.
UNA TORMENTA ELÉCTRICA IMPRESIONANTE
Michael Oliver, colegiado del partido, detuvo el Alemania - Dinamarca en el minuto 36 por una tormenta eléctrica que podía suponer un peligro para los futbolistas. El árbitro, que ya estaba avisado un día antes de la situación, no dudo en mandar a los jugadores a los vestuarios. "Debido a las malas condiciones climáticas, el juego fue interrumpido. Más información, en breve", se podía leer en los videomarcadores del Signal Iduna Park.
Lejos de que la situación mejorase, empezó a granizar y las goteras del estadio se transformaron en cascadas importantes. Sin embargo, los espectadores se lo tomaron con filosofía, la meteorología puso de su parte, y Oliver decidió retomar el juego 25 minutos después.
UN ENCAPUCHADO EN EL TECHO DEL ESTADIO
El inicio de la segunda parte se retrasó, pero muy pocos sabían por qué. 'BILD' ha desvelado el motivo por el que Michael Oliver observaba el techo junto a los capitanes de ambos equipos, Ilkay Gündogan y Kasper Schmeichel antes de que empezaran los últimos 45 minutos de choque. En la realización no quedó nada claro.
Un encapuchado con una mochila se había subido al techo del estadio durante el partido, y las autoridades alemanas se temían lo peor con sus intenciones. Por suerte, todo quedó en un susto y las fuerzas especiales de la policía alemana lo detectó durante el partido.
Según cuenta el medio alemán, un helicóptero se acercó a iluminar la zona y lo tuvieron vigilados durante toda la segunda parte. Una vez terminado el partido, lo detuvieron a punta de pistola. Tiene 21 años y no conocen aún qué intenciones tenía.
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