Kike Cadete, el español que juega rodeado de georgianos: "Van a muerte, si marcan primero sufriremos"

El lateral del Dinamo Tblisi es el único español del equipo más laureado de un país que afronta cargado de fe el duelo de octavos contra España

Kike López 'Cadete', jugador español del Dinamo Tbilisi de Georgia, rival de España en octavos.

Kike López 'Cadete', jugador español del Dinamo Tbilisi de Georgia, rival de España en octavos. / MESAS SPORT

Denís Iglesias

Al poco de llegar a Georgia, en septiembre del año pasado, Kike López 'Cadete' (Madrid, 1994) se encontró un funeral en el vestuario del Dinamo TbilisiLa selección local había perdido 1-7 contra España. Una goleada de la que el rival de los de Luis de la Fuente aprendió. "Ya nunca más van a jugar con cuatro atrás", dice el lateral del equipo más laureado del país sobre el planteamiento de Willy Sagnol que provocó el desastre. El desánimo de aquella tarde de septiembre es el sentimiento opuesto a la euforia que desató tras la victoria contra Portugal que permitió al cuadro georgiano acceder a octavos de la Eurocopa en la que han debutado.

"Como ganen, me van a hacer 'bullying'. La que me espera", bromea en conversación con El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica, un futbolista nómada que ha jugado en México, Kazajistán o Australia antes de mudarse al país exsoviético, donde se ha empapado de una cultura profundamente católica y nacionalista. Sus fronteras están en continua tensión por la presión de Rusia, por lo que han desarrollado un patriotismo que desborda en la selección de fútbol.

Un sentimiento que lleva a llenar hasta la bandera el Estadio Borís Paichadze, donde también juega de local el Dinamo o la selección de rugby, algo que ni por aproximación consiguen los clubes. El triunfo frente a Portugal desbordó las calles de todo el país con camisetas de Khvicha Kvaratskhelia y el resto de héroes nacionales. Ahora toca España, a la que ganaron en un amistoso en 2016 que han querido recordar esta semana como primera piedra para el milagro. A creyentes no hay quien les gane.

Pregunta. ¿Cómo está viviendo la experiencia de jugar en el Dinamo Tbilisi un nómada del fútbol como Kike Cadete?

Respuesta. Aquí en Georgia vamos al revés que en el Oeste. La pretemporada la hacemos en enero, cuando, debido al frío, nos vamos a países como Turquía. Al haber pocos equipos en la liga (10 en la Erovnuli Liga) se hacen cuatro vueltas. En medio jugamos torneos como la Supercopa o las rondas previas de competiciones europeas como la Conference. Tanto mi mujer, mi hija y yo estamos contentos. Claro que tenemos diferencias mentales, pero es un país seguro, en el que se vive sin problemas. Para los niños hay escuelas americanas o británicas. Obviamente, no se puede comparar con España, pero se vive tranquilo.

P. ¿Hasta qué punto se nota la influencia rusa en un país que repele a este estado, pero con el que comparten historia?

R. Hay que tener cuenta que ser parte de la URSS fue importante. Tienen un pasado común que les influencia. Georgia se parece en ciertos aspectos a Kazajistán, donde también viví. Los georgianos son muy creyentes desde el catolicismo ortodoxo. Por tanto, la religión es muy importante en el día a día. Tiflis es la ciudad con más iglesias por habitante. Vas andando y cada cien metros encuentras una. Yo no soy prácticamente, por eso me llama la atención que están todo el rato persignándose. La invasión de Osetia del Sur en 2008 extremó su nacionalismo. Así, cerca de la capital, a una hora en coche, llegas a una zona en la que entras en Rusia aunque sin una frontera como tal. No puedes hacer incursiones, porque hay militares vigilando. La situación de Abjasia, en la costa del Mar Negro -república independiente de facto desde 1992-, también ha provocado que el patriotismo aumente. Consideran a Rusia como un invasor. Para entender las diferencias generacionales, la mayoría de la gente mayor habla ruso, pero la menor de 30 años no saben para este idioma. Incluso se molestan si les hablan en esta lengua.

Seguidores con banderas de Georgia antes de la goleada contra España (1-7) en el partido de clasificación para la Eurocopa 2024 disputado en el Estadio Borís Paichadze.

Seguidores con banderas de Georgia antes de la goleada contra España (1-7) en el partido de clasificación para la Eurocopa 2024 disputado en el Estadio Borís Paichadze. / EFE

P. Con tanta carga emotiva, ¿se siente mucha presión al jugar en el Dinamo Tbilisi, el equipo más laureado del país?

R. Es cierto que el Dinamo Tbilisi es el conjunto más importante de Georgia, que llegó a ganar la liga de la URSS, pero está viviendo una época de transición. Yo llegué el año pasado en septiembre y teníamos un buen equipo, pero hay una situación económica comprometida. Esto les obliga a sacar jugadores de 16 o 17 años, por lo que en ese sentido estamos sufriendo. En cuanto a la presión, como ellos tienen una mentalidad tan patriótica, los estadios solo se llenan con la selección de Georgia. A nosotros, salvo los partidos de competición europea, no viene mucha gente a vernos. Hace unas semanas se marchó Andrés Carrasco, que llevaba mucho tiempo en el club (renunció por los resultados y Cadete se quedó como único español del equipo). Es cierto que algo me ha afectado, porque al final él ya me conocía, pero te acabas acostumbrando (el actual preparador es el austriaco Ferdinand Feldhofer).

P. Intuyo que la clasificación para octavos fue una locura...

R. Es que a ellos realmente no les gusta el fútbol, ellos son aficionados de su selección, porque representa a su país. Frente a Portugal se volvieron locos. Encima, el partido fue a las 11 de aquí, por lo que acabó muy tarde. Con fuegos artificiales y todo el mundo en la calle. Fue demencial. De hecho hubo compañeros que llegaron muertos al día siguiente, porque habían estado celebrando el día anterior.

P. ¿Cuáles crees que son las claves de la explosión de la selección de Georgia?

R. En equipos como el Dinamo Tbilisi se ha trabajado muy bien la cantera y han conseguido una buena hornada de jugadores de una edad pareja. A todo estoy hay que unirle el factor Kvaratskhelia, el futbolista más destacado y que también salió de la Academia del Dinamo que, curiosamente, fue inaugurada en 2013 por Cristiano Ronaldo, como mostró la imagen que se hizo viral estos días. Ellos son muy conscientes de sus limitaciones. Contra Turquía hicieron un buen partido, pero su idea de juego se basa en ponerse delante gracias a hombres como el del Nápoles o Georges Mikautadze (máximo goleador de la Eurocopa con tres tantos y futbolista del Metz). Futbolistas capaces de tener una situación individual con la que marcar la diferencia para después guardarse atrás. Todos tienen la misma mentalidad: van a muerte.

Kike López 'Cadete', jugador español del Dinamo Tbilisi de Georgia, rival de España en la Eurocopa.

Kike López 'Cadete', jugador español del Dinamo Tbilisi de Georgia, rival de España en la Eurocopa. / EPE

P. Lo que está claro es que contra España no saldrán con defensa de cuatro como en el 1-7 contra España de la fase de clasificación para la Eurocopa.

R. Seguro que no, porque la zaga con cuatro miembros fue lo que les mató. No tienen el nivel técnico de España, pero sí es muy superior su implicación, como demostraron ante Portugal. Aunque acababa de llegar, pude presenciar el 1-7 en el Estadio Borís Paichadze. Al día siguiente el vestuario del Dinamo Tbilisi era un funeral. Estaban abatidos. Había llovido mucho. A ellos les daba vergüenza saludarme por ser yo español. Les tuve que decir que no pasaba nada, que no me iba a reír de ellos porque les hubiésemos ganado 1-7. Pero lo que sí tengo claro es que, en caso de que gane Georgia, lo mejor es que no me presente el lunes. Me van a hacer 'bullying'. Son muy serios. Desde que supieron que iban a jugar contra España me dicen que vaya con miedo. Mi respuesta es: 'No hace falta que os recuerde cómo quedamos en el último partido'. Ellos me dicen que aquello era un amistoso...

P. Por lo tanto, mejor dejar las confianzas a un lado en Colonia a partir de la 21.00 horas...

R. Estos partidos nunca se sabe cómo pueden ir. Por lo que si los jugadores de España no salen con la mentalidad adecuada van a sufrir. Salir relajado puede hacerte daño, como le sucedió a Portugal. Si Georgia se pone por delante vamos a sufrir. A España le costará mucho seguro. Lo importante es que sepan que por mucho que le hayan ganado a Georgia 1-7 es la misma selección que ha vencido 2-0 a una favorita como Portugal. Cuanto menos respetemos al rival más posibilidades tendremos de perder un partido en el que España es superior técnica y tácticamente. Pero hay que tener cuidado con ese favoritismo.

El único partido ganado por Georgia a España: 7 de junio de 2016, en Getafe, con gol de Okriashvili, compañero de Kike Cadete en el Dinami Tblisi.

El único partido ganado por Georgia a España: 7 de junio de 2016, en Getafe, con gol de Okriashvili, compañero de Kike Cadete en el Dinami Tblisi. / EFE

P. ¿Se acuerdan del amistoso de 2016 en el que ganaron a España? Fue antes de la Eurocopa de Francia que supuso el fin de la generación dorada y la salida de Vicente del Bosque.

R. ¡Vaya sí se acuerdan! Nos ganaron en el Getafe con un gol de un jugador que está con nosotros en el Dinamo Tbilisi: Tornike Okriashvili. Cuando el otro día hablábamos del partido, me decían que cómo iban a tener miedo. Que 'Okri' había metido un gol a España. Ha pasado mucho tiempo, pero claro que no olvidan que consiguieron esa victoria. Todo el mundo se acuerda.

P. Contra las intimidaciones de Georgia, seguro que Kike Cadete se ha defendido con el buen juego desplegado por España en fase de grupos.

R. A mí me ha sorprendido el nivel que está dando la selección. Van todos a una. Tenemos algo diferencial que hace mucho que no teníamos: los extremos, Lamine Yamal y Nico Williams, capaces de llevar a cabo contraataques muy peligrosos. A esto hay que unirle el control que tenemos con hombres como Rodri, Fabián o Pedri. Los once jugadores saben a lo que juegan, sufren y defienden como un equipo. Esto es lo que más nos acerca a ganar, unido a la humildad de que cada uno sepa cuál es su rol.

P. Si el final no es el esperado, para evitar la mofa de los georgianos siempre podrá volver a España, que seguro que la echa de menos...

R. Al final te acostumbras, pero cada vez que podemos vamos allí. Teniendo familia se hace más difícil. Pero ojo, como perdamos voy a tener que decir que no soy español...