La vida de Gündogan (2): La aparición de Klopp y 422 días de baja

Jürgen apostó por Ilkay tras perder a una de sus piezas clave el verano de 2011; el de Gelsenkirchen encajó a la perfección junto a los Lewandowski, Barrios, Weidenfeller, Hummels y compañía

En 2013 sufrió una lesión en la espalda y estuvo más de un año fuera de combate, el peor momento de su carrera

Gündogan ganó la Bundesliga, la Copa y alcanzó una final de Champions en Dortmund

Gündogan ganó la Bundesliga, la Copa y alcanzó una final de Champions en Dortmund / SPORT

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Ayer lo dejamos en que Ilkay Gündogan había aprovechado al máximo su estancia en Baviera, pero sentía que su evolución en Nüremberg había tocado techo. Tras 26 partidos, cinco goles, tres asistencias y habiendo mantenido al equipo por segundo curso seguido en la Bundesliga 1, tocaba seguir creciendo. 

“Quise llevármelo al Hamburgo, pero no fue posible”, comenta su mentor futbolístico, Michael Oenning. Tras coincidir en Bochum y en Nüremberg, sus caminos iban a separarse para siempre. Quien se llevó el gato al agua fue el Borussia Dortmund. Dejó cinco millones en la caja del club bávaro, que, recordemos, había pagado apenas 50.000 euros por él en 2009 al Bochum. Negocio redondo. Regresaba a la Cuenca del Rühr, a casa, el hijo pródigo. Su familia, lógico, encantada. No tanto los dirigentes de un Schalke que lo habían maltratado de niño y que se tiraban de los pelos por haber perdido a un talento único. Con proyección de futbolista TOP. Pero aún quedaba mucho por moldear. De eso, se encargaría Jürgen Klopp. 

RELEVO DE SAHIN

El elocuente técnico germano venía de ganar la Bundesliga con un fútbol vertiginoso. Sin duda, la revelación del curso 2010/11. Pero acababa de perder una pieza clave en su engranaje. El Madrid se había llevado a Nuri Sahin por 10 millones de euros. Y Jürgen tenía claro su relevo. De centrocampista de origen turco a centrocampista de origen turco. “Es inteligente y está dispuesto a aprender. Ilkay tiene un gran juego de pies, es un futbolista completo y encaja perfectamente en nuestro sistema”, dijo Klopp a la llegada de su nuevo pupilo.

Una plantilla joven que ya contaba con baluartes como Weidenfeller bajo palos, Hummels, Subotic, Schmelzer o Pisczcek atrás, Bender o Kehl en la sala de máquinas y con Lewandowski o Lucas Barrios arriba. A Ilkay le pesaron un poco en sus primeros meses las expectativas generadas por su fichaje. Por suerte, Klopp, un maestro de la gestión, lidió bien con todo ello. “Las expectativas desde fuera sobre Ilkay son muy grandes. Es una situación difícil para él”, comentó en el primer tercio del curso 2011/12. A partir del ecuador del curso su presencia fue creciendo hasta terminar con 28 partidos oficiales y tres goles anotados. Temporada histórica de un equipo que seguía forjándose y pasando por encima del todopoderoso Bayern: Segunda Bundesliga seguida y Copa de Alemania. 

LA CHAMPIONS Y EL 'GOLPE'

¿Cuál era el secreto del éxito de ese Borussia Dortmund que se ‘inventó’ Klopp? Más allá de la figura del propio líder, durante los años han salido anécdotas e historias. Algunas curiosas: “Había muchos solteros en el equipo. A veces podías ver las secuelas en el entrenamiento del domingo por la mañana...”, explica Gündogan en ‘Bring the noise’, la autobiografía de Klopp. “Alguien me dijo que algunos de vosotros habéis salido durante la semana... No sé quiénes, no quiero saberlo”, dijo Klopp en una charla de equipo. Un vestuario unido fuera y dentro del rectángulo de juego. Con control, claro. 

Klopp y Gündogan encajaron a las mil maravillas

Klopp y Gündogan encajaron a las mil maravillas / AFP

La segunda temporada de Gündogan en Dortmund, si bien no terminó con títulos, fue histórica. La obra maestra de Jürgen terminó con el Dortmund en toda una final de Champions. Tras eliminar a Manchester City o Real Madrid. Antes de terminar esa segunda campaña, la evolución del futbolista de origen otomano despertó el interés de grandes de Europa, entre ellos el Barça. “No venderemos Ilkay por ningún precio en el mundo”, dijo en marzo de 2013 Hans-Joachim Watzke, director general del Dortmund. 

Volviendo a la Liga de Campeones, el Dortmund se citó en la ‘finalísima’ con el Bayern de Munich un 25 de mayo de 2013. En Wembley. El partido con el que había estado soñando Ilkay desde pequeñito cuando daba patadas a un balón en su garaje con su primo Ilkan. La segunda final de la historia del club minero (la primera había sido en la 1996/97). Mandzukic adelantó al conjunto dirigido por Heynckes en el 60’, Ilkay igualó de penalti en el 68’ y Robben, cuando el partido agonizaba, heló los corazones de la afición ‘Schwarzgelben’ en el 89’. Tendría que esperar otros 10 años Gündogan para redimirse y encontrar consuelo con la máxima competición europea. 

Gündogan posa con las banderas de Turquía y Alemania

Gündogan posa con las banderas de Turquía y Alemania / SPORT

Ese 2013 acabó con un sabor muy amargo. No solo por el varapalo de Wembley, sino porque apenas un par de meses después, el 15 de agosto, sufrió una lesión de espalda. Se perdió toda la temporada. 422 días de baja. “Eso fue peor que mi lesión de rodilla. Estuve fuera 14 meses, pero la peor parte fue que nadie sabía realmente qué tipo de lesión era. Vi a un cirujano y quería ponerme un gran tornillo en la espalda que no me iba a permitir jugar al fútbol al máximo nivel”, explicó Ilkay hace un par de años. “Tenía miedo de no volver a jugar y estoy muy agradecido por haber encontrado al cirujano adecuado”.

Regresó al verde un 18 de agosto de 2014 ante el Colonia. Aquella temporada, a sus 24 años, el centrocampista recuperó sensaciones. Su cabeza, eso sí, empezaba a pensar en un cambio de aires. A pesar de los rumores, eso sí, Ilkay amplió su contrato hasta 2017 (vencía en 2016). Básicamente, pensando en jugar una temporada más y marcharse asegurando al club de la Cuenca del Rühr cobrar una compensación. No fue un curso fácil tampoco a nivel de lesiones el último en Dortmund. De hecho, llegó a pensar que podía peligrar el acuerdo al que había llegado con el City. Iba a convertirse en el primer fichaje de Guardiola. También lo dejamos para mañana.