Primer toque de atención al Barça de Flick

Hansi Flick ya conoce la exigencia de una afición del Barça que no perdona perder ni los amistosos; tras dos goles del mónaco, hubo silbidos de desaprobación al mal juego del equipo

La plantilla del Barça se presenta antes del Trofeo Joan Gamper ante el Mónaco

La plantilla del Barça se presenta antes del Trofeo Joan Gamper ante el Mónaco / FC Barcelona

German Bona

German Bona

“Si hay que perder, mejor ahora”. Hansi Flick tiene razón, lo importante es a partir del sábado, pero tampoco puede pasar por alto el nuevo entrenador azulgrana que el Trofeu Joan Gamper no es un partido de pretemporada más para el barcelonismo. Es la presentación del equipo ante su afición -aunque Montjuïc esté plagado de turistas- y la derrota contra el Mónaco, por el resultado (0-3) y la forma en que llegó, fue inesperada y dolorosa.

Inesperada porque la gira americana había dejado buenas sensaciones, con los empates ante Manchester City y Milan, y la victoria en el clásico. De largo, el partido de ayer fue el peor de todos ellos. En vez de apreciarse una mejoría y progresión en el juego azulgrana, se frenó la ilusión que estaba generando el proyecto.  

Ovaciones y pitos

Ya en la presentación del equipo se apreció que el culé no está para muchas bromas. Hubo ovación a la mayoría de los futbolistas, pero se llevó silbidos Clément Lenglet, que ni siquiera estaba convocado y debe salir, y en menor medida, pero sintomático, Frenkie de Jong, a quien le costará volver a ‘enamorar’ a la afición. A falta de más fichajes de relumbrón, Pau Víctor fue presentado con honores y Dani Olmo, con la alegría de los padres que vuelven a ver a su hijo años después. Hansi Fick también se llevó una buena ovación. El alemán ha llegado para darle otro aire a un equipo que, muchos piensan, se había acomodado. Lo que después sucedió sobre el verde fue como visionar otra vez ‘el día de la marmota’.  

La plantilla del Barça se presenta antes del Trofeo Joan Gamper ante el Mónaco

La plantilla del Barça se presenta antes del Trofeo Joan Gamper ante el Mónaco / FC Barcelona

Posiblemente, se juntaron varias circunstancias. Un rival serio y ordenado, un estado de juego pesado, unas piernas que han acumulado mucho esfuerzo y están cansadas... pero lo sucedido ante el Mónaco hay que tomárselo como un serio toque de atención antes de la visita a Mestalla del sábado. Si se gana en Valencia, se olvidará pronto el por momentos desastroso partido de ayer, que llevó incluso a silbidos tras dos de los goles del conjunto del Principado. 

Apuesta por la cantera

A los chavales les pesó probablemente la responsabilidad. Flick mantuvo su apuesta en el doble pivote por ‘los Marcs’, es decir, Marc Bernal y Marc Casadó, y sobre todo el primero estuvo desafortunado. Cierto que el pase de Iñigo Martínez lo podía haber firmado su peor enemigo, pero el canterano no anduvo nada fino. Un mal día lo tiene cualquiera y ahora habrá qué ver si el técnico sigue siendo valiente en un territorio tan hostil y presionante como es Mestalla.

El partido, aun siendo de pretemporada, dejó apuntes que pueden ser trascendentes de cara al arranque liguero. Como que la gestión de futbolistas tan importantes como Gündogan o Lewandowski no va a ser nada fácil, al menos hasta que adquieran un momento de forma óptimo, y conociendo los precedentes, esto puede tardar, o la constatación de que Lamine Yamal volverá a ser la esperanza y el clavo ardiendo al que se agarre en pleno el barcelonismo. Bastaron sus primeros minutos sobre el césped para darse cuenta de que ahora mismo, el Barça es Lamine y diez más.

Lamine Yamal en el Gamper

Lamine Yamal en el Gamper / Dani Barbeito

A la espera, eso sí, de Dani Olmo. Es una lástima que un fichaje de postín no pueda tener minutos en la presentación del equipo ante los suyos, pero Flick lo debió considerar precipitado con tantos pocos entrenamientos encima. Como ocurrió también con Cubarsí y Eric Garcia, la pareja ‘central’ ganadora del oro en los Juegos.

Refuerzos con los que sí podrá contar el sábado en Valencia y que deben revitalizar a este Barça al que le queda mucho trabajo por delante. Le faltan fichajes, inscripciones, conocer más la idea del nuevo entrenador... nada que no haya sucedido antes. El problema es que el debut liguero está a la vuelta de la esquina y que el Gamper, que los últimos 12 años sirvió para ilusionar, esta vez ha salido rana.