Messi vs Jordan: la comparación definitiva

La comparación entre Messi y Jordan

La comparación entre Messi y Jordan / Infografía: Marc Creus

Jordi Blanco

Leo Messi en la eternidad. Líder sin discusión del mejor Barça de todos los tiempos, la grandeza del crack argentino trasciende al fútbol y obliga a colocarle en el plano de las leyendas. Y ahí solamente Michael Jordan resiste la comparación.

Proclamado como el mejor jugador de baloncesto de la historia, Air Jordan catapultó a los Chicago Bulls para convertir un equipo cualquiera en el mejor de la NBA y tras seis temporadas de crecimiento reinó sin discusión en la década de los 90, conquistando seis de los ocho títulos entre 1991 y 1998, con cerca de dos temporadas de retiro en ese tiempo.

Messi explotó una noche otoñal de 2003 en Oporto. Siendo un juvenil que apuntaba maneras estaba llamado a marcar una época... Pero la realidad superó, sigue superando, cualquier expectativa. Hoy, doce temporadas después de instalarse en el primer equipo azulgrana Leo ya se ha ganado la consideración de mejor futbolista de la historia, acabando con cualquier clase de debate.

Superada la grandeza de cualquier futbolista, solo Jordan resiste, aún, un cara a cara con Leo

Y la comparación, imposible con cualquier otro futbolista, conduce a ponerle en el plano, enfrentado, con Jordan. El impacto de uno y otro en sus deportes se entiende tan excepcional como innegociable es aceptar su realidad. Las marcas que fue batiendo MJ con los Bulls son las que sigue superando Messi. Y su relato parece no tener fin.

Michael Jordan se mantuvo durante siete temporadas consecutivas promediando más de 30 puntos en la NBA... Y Leo Messi, sin contar la actual, acumula ocho superando los 40 goles en una temporada. Entre 1984 y 1998, con el impasse de su retirada entre 1993 y marzo de 1995, Air Jordan se mantuvo indiscutible en unos Bulls que acabaron entregados, sin discusión ninguna, a su magia.

En deportes de equipo no hay otro crack cuyo impacto haya sido tan claro y prolongado como el de ambos

El 16 de octubre de 2004 Rijkaard cerró el prólogo para escribir el primer capítulo de la novela barcelonista de Messi, con su debut oficial en Montjuïc. A partir de ahí su crecimiento no se detuvo más que por las lesiones que le frenaron en sus primeros años pero que no evitaron, de ninguna manera, su llegada a lo más alto.

Si uno es el mejor anotador de la NBA, el otro es el máximo goleador de la Liga. Y si uno conquistó cinco veces el MVP de la temporada, el otro acumula cinco Balones de Oro. Sus comparaciones son de tal consideración que si el primero consiguió 50 o más puntos en 39 partidos a lo largo de su carrera, el segundo, con el Barça, ha marcado tres o más goles en 37 partidos...

Michael Jordan logró dos medallas de oro en los dos Juegos Olímpicos en los que participó (1984 y 1992) y Messi se colgó el oro en 2008.

Si no se entiende a los Bulls sin Jordan, el relato del mejor Barça lleva la firma indiscutible de Messi

No se entendería el mando de los Chicago Bulls en la NBA sin la prestancia de Air Jordan, capaz de ganar un partido, dar una asistencia imposible, realizar un mate sideral o lanzar la canasta definitiva ya fuera en noviembre, marzo o junio. Así, de la misma manera, no se comprendería el presente del Barça sin la presencia de la Pulga.

Coleccionista de títulosMessi dirige el fútbol azulgrana imponiendo no solo su magia, sino un gobierno absoluto en la personalidad de todo el equipo. Extremo, goleador, organizador, mediocentro o asistente, el futbolista total se entiende a través suyo.

Leo Messi y Michael Jordan personalizan en deportes de equipos el crack definitivo, el jugador que todos habrían querido. Los Blazers que no eligieron a uno en el draft o el River que no apostó por el otro. Hoy su grandeza trasciende a un simple resultado.