Joao Félix - Barça, un fichaje que no pudo ser

La historia de Joao Félix y el FC Barcelona no tendrá un final feliz como en los cuentos. El jugador portugués, que el verano pasado forzó la máquina con el Atlético de Madrid hasta las últimas consecuencias para aterrizar en la Ciudad Condal, pondrá este año rumbo a Londres de manera definitiva para recalar en el Chelsea para las próximas 7 temporadas, previo pago de unos 52 millones de euros.

Oficial: Joao Félix ficha por el Chelsea

Si rebobinamos un año atrás, el luso hizo estallar la bomba con unas declaraciones que marcaron para siempre su futuro en el Atleti. Tras regresar precisamente de la cesión del Chelsea, Joao Félix concedió una entrevista exclusiva a Fabrizio Romano en la que sorprendió a todos confesando que su deseo era jugar en el Barça: "Me encantaría jugar en el Barça".

De más a menos en Barcelona

Un mes y medio más tarde, su sueño si hizo realidad, así como el de Joan Laporta, firme defensor de la operación y enamorado del jugador. Félix llegó tras una dura negociación entre Atleti, Barça y Jorge Mendes al club azulgrana con un préstamo de una temporada y un sueldo muy por debajo de su caché. De hecho, el Barça le inscribió en LaLiga con un salario de 400K euros anuales, una cifra que el máximo organismo del fútbol español no compró y retocó a 4M anuales por el valor real que calculaban del jugador.

A nivel deportivo, su irrupción como culé fue de más a menos. En su llegada, Joao entró como anillo al dedo en los planes de Xavi, que pese a no ser el mayor defensor de la operación, apostó por el portugués como titular en el vértice izquierdo de su cuadrado. Su mes de setiembre fue un estallido de ilusión, con tres goles (uno en LaLiga y dos en Champions) y dos asistencias (una en cada competición), pero a partir de allí, volvió la irregularidad a su juego.

El Barça se 'carga' a Cancelo y Joao Félix de la web

La derrota ante el Real Madrid en el clásico de la primera vuelta fue un punto de inflexión para Xavi en su confianza hacia Joao, que empezó a encadenar más sustituciones y partidos arrancados desde el banquillo. Tras unos meses en los que su aportación fue mínima, el último tramo de la temporada volvió a vivir una subida de rendimiento con buenas actuaciones con goles que fueron clave para el equipo para seguir la estela de un Madrid que ya había puesto la directa hacia el título.

No obstante, su participación en los partidos grandes, como la eliminatoria ante el PSG, quedó muy afectada y Raphinha le ganó la partida haciéndose un sitio en el XI como extremo izquierdo partiendo hacia dentro y liberando la banda para Joao Cancelo.

Su continuidad, imposible

Pese a que su año no fue como se esperaba desde la dirección deportiva, el retorno de Joao Félix no estaba del todo descartado. La voluntad del jugador de seguir era claray el propio presidente seguía convencido de sus condiciones para triunfar como culé.

La operación, no obstante, se fue alejando de convertirse en una realidad a medida que pasaban los días de mercado. El Barça, completamente ahogado por el límite salarial y ante la imposibilidad de generar espacio con ventas importantes, tan solo estaba dispuesto a negociar otra temporada de préstamo con opciones de compra para la siguiente, un punto del que el Atlético no quería ni oir hablar.

En el Metropolitano, tras dos temporadas de cesiones, tenían claro que este era el verano para traspasar de manera definitiva al luso, que no contaba para el Cholo Simeone y a quién el Chelsea ya empezaba a tantear como una opción con unas cifras a las que el Barça no estaba dispuesto ni siquiera a acercarse.

Con esta perspectiva, desde la dirección deportiva liderada por Deco, según cuenta Fabrizio Romano, se viró hacia Dani Olmo, que puede cubrir más posiciones que Joao Félix a nivel deportivo para Flick y cuya operación daba más ventajas al Barça para llevarse a cabo.