El Barça se estrenará en Liga con Sánchez Martínez, un árbitro con mal recuerdo para Xavi

Barça y Valencia se estrenarán en Liga el próximo 17 de agosto en Mestalla. Será el primer partido liguero y ya se conocen las designaciones arbitrales para la jornada. El colegiado José María Sánchez Martínez ha sido el elegido para poner orden en el encuentro, acompañado de Iglesias Villanueva en el VAR. El árbitro murciano es uno de los colegiados que mejor conoce al Barça, ya que es el segundo equipo al que más ha arbitrado, aunque dejando un historial no del todo favorable para los culés, con 67 tarjetas amarillas y un 32% de 'pinchazos' cuando Sánchez Martínez ha arbitrado al Barça.

El Inter pregunta al Barça por Mika Faye

El murciano fue precisamente protagonista durante la noche de este martes al dejar fuera de la Champions a Mourinho con un polémico penalti a favor del Lille. En España, es uno de los árbitros mejor valorados de La Liga por su experiencia. Debutó en 2015 en la máxima competición y a sus 40 años, Real Madrid y Barça son los equipos a los que más ha arbitrado. Al Barça los ha pitado en 33 ocasiones, con 25 victorias para los culés, 2 empates y 6 derrotas, además de 67 amarillas y 1 roja. Unas cifras que representan el exceso castigo que acostumbra a tener Sánchez Martínez cuando arbitra al conjunto blaugrana.

Un malestar general en el club

Sánchez Martínez no gusta en Can Barça. El historial refleja el rendimiento del Barça cuando Sánchez Martínez dirige a los azulgrana. El porcentaje de victorias automáticamente disminuye, y las sensaciones sobre el césped quedan reflejadas.

3 de diciembre de 2024. Sánchez Martínez fue el encargado de dirigir un encuentro ante el Atlético de Madrid durante la temporada pasada. El murciano desesperó a los blaugrana. El cúmulo de decisiones contrarias al Barça colmaron la paciencia de los culers. El cuadro de Xavi se impuso a los colchoneros, pero el encuentro acabó con lío por una serie de acciones polémicas no señaladas por Sánchez Martínez. Dejó sin señalar como penalti un pisotón de Mario Hermoso a João Félix, perdonó la expulsión a Azpilicueta y pitó dos faltas inexistentes al borde del área del FC Barcelona que dieron la opción al Atlético de empatar. En una de ellas, Iñaki Peña voló para desviar al larguero un trallazo de Memphis Depay.

La cosa ya venía caliente de un encuentro jornadas anteriores ante el Rayo, en el que Laporta calificó en primer lugar el penalti sobre Raphinha "como una catedral" y añadió posteriormente que no se hubiera puesto el acento en este arbitraje "cuando se debía haber hablado del penalti de Raphinha o el que le hicieron a Lewandowski. Si le hubiera pasado esto al Madrid, seguro que se habla toda la semana".

La sorprendente actitud de sus líniers

En el staff del Barça ya sorprendió que el linier 1, Raúl Cabañero, se quedara en la puerta de la caseta barcelonista en el descanso. Algo inusual en los árbitros, que normalmente se dirigen a su propio vestuario directamente. Cabañero hizo lo mismo al final del encuentro. El asistente se percató que había malestar en el equipo local, pese a la victoria, y en vez de ir hacia su dependencia, se quedó por si podía escuchar algún comentario.

Uno de los miembros del staff de Xavi, su jefe de prensa Edu Polo, le aconsejó de forma educada que era mejor evitar las tensiones que podía provocar su presencia en esta posición antes de que llegaran los jugadores, que estaban celebrando la victoria aún en el césped.

Sin embargo, las buenas intenciones del cuerpo técnico del Barça no fueron compartidas por Cabañero que avisó por el pinganillo a Sánchez Martínez, quien se sumó a la puerta del vestuario y pidió a Polo que se identificara, ya con la presencia de Xavi, quien dijo que era su jefe de prensa. El murciano lo recogió en el acta evitando solucionar la situación a través del diálogo.

Ensañamiento excesivo hacia Xavi

Después de todo ese embrollo, curiosamente Sánchez Martínez repitió con el Atlético-Barça de la segunda vuelta de la temporada pasada. Y lo que sucedió en el Metropolitano fue, cuanto menos, extraño. Xavi protestó (quizás demasiado ostensiblemente, sí) una falta clara sobre Lewy que, según él, merecía algo más. El árbitro murciano no dudó: amarilla directa.

Y dos minutos después, el árbitro corría al 'sprint' hacia la banda y expulsaba con segunda amarilla al técnico de Terrassa. "¿Qué te he dicho?", repetía sin parar Xavi al cuarto árbitro. Y, ciertamente, en las imágenes posteriores de las televisiones tan solo se veía a Xavi gesticular. "Yo soy muy pasional en el banquillo, ya lo sabéis. Para mí es injusto", decía el egarense tras el encuentro.

Una serie de situaciones en contra del entrenador del Barça, que lo expulsó en multitud de ocasiones. El sábado, en Mestalla, sobre el césped.