La accidentada gira de 1964

Se cumplen 60 años de la tournée que llevó al Barça por Argentina, Perú y México. Una excursión que se alargó un mes y que empezó con un rotundo KO ante River Plate (5-1). Lo mejor del desplazamiento fueron los ingresos económicos obtenidos

Tres derrotas en ocho partidos, cuatro expulsiones y una pobre imagen... balance de un viaje maratoniano

9 de julio de 1964. Estadio del River Plate. Olivella, capitán del Barça, junto al del equipo bonaerense, José Manuel Ramos Delgado, y el bigotudo Luis Antonio Ventre, el árbitro que expulsó a Benítez y Pereda en el primer partido de la gira que hizo el Barça en el verano de 1964 por Argentina, Perú y México

9 de julio de 1964. Estadio del River Plate. Olivella, capitán del Barça, junto al del equipo bonaerense, José Manuel Ramos Delgado, y el bigotudo Luis Antonio Ventre, el árbitro que expulsó a Benítez y Pereda en el primer partido de la gira que hizo el Barça en el verano de 1964 por Argentina, Perú y México / Boletín oficial FCB

David Salinas

David Salinas

En el verano de 1964 —hace 60 años— el FC Barcelona llevó a cabo una de las giras más decepcionantes y accidentadas de su historia. El equipo azulgrana, que venía de firmar una pobre temporada 1963-64 (en la Liga acabó segundo, a 4 puntos del Real Madrid; en la Recopa lo eliminó el Hamburgo en octavos de final y en la Copa fue apeado por el Zaragoza en semifinales), no remontó el vuelo en Argentina, Perú y México. Solo ganó un partido de los ocho que disputó y dejó prácticamente su imagen por los suelos.

Por tercer año consecutivo el Barça puso rumbo a Sudamérica para aliviar el estado de su caja. Los gastos ocasionados por la construcción del Camp Nou, inaugurado en 1957, seguían lastrando la economía del club. La expedición partió de Barcelona la noche del lunes 6 de julio y no regresó hasta el viernes 7 de agosto. ¡Un mes!

20 futbolistas

La expedición la formaron 19 jugadores (en Argentina se incorporó Seminario, fichado días atrás): Sadurní, Pesudo, Benítez, Eladio, Garay, Gracia, Olivella, Fusté, Vergés, Kocsis, Zaballa, Zaldúa, Pereda, Re, Vicente, Rifé, Torrent, Goyvaerts y Segarra, además del entrenador, César; el masajista, Ángel Mur; el cuidador, Claudio Pellejero; el secretario general, Joan Gich, y el delegado, Manuel Riu. El Barça aterrizó en Buenos Aires después de tres escalas, en Madrid (donde se sumó el Atlético, que también iba de ‘tournée’ por aquellos lares), Las Palmas y Río de Janeiro y jugó su primer partido el día después de aterrizar en la capital argentina.

Debutó contra River Plate en un torneo cuadrangular denominado “Confraternidad Iberoamericana” con una severa derrota ante River Plate (5-1). Se adelantó el Barça por mediación de Pereda, pero el árbitro, Ventre, cobraría protagonismo al expulsar a Benítez (no quiso abandonar el campo, teniendo que intervenir incluso la Policía) y Pereda por protestar. Con nueve jugadores, bastante hizo el Barça en el segundo tiempo para frenar la hemorragia. Repliegue y a capear el temporal con la mayor dignidad posible... River y Barça tenían concertado un segundo partido con motivo del traspaso de Cubilla al club “millonario” el día 21, pero fue anulado a petición de los argentinos, aunque compensaron económicamente al Barça por dicha anulación. En la segunda jornada, segunda derrota. Ahora, contra Boca Juniors (3-2), líder del campeonato local. El tercer y último duelo del cuadrangular también acabó en KO, ante el Botafogo brasileño (2-0) de los Garrincha, Jairzinho y Lobo Zagallo.

Perjudicado

La siguiente etapa llevó al Barça a Córdoba para medirse al modesto Talleres (1-1) de la Segunda División. Fue otro partido en el que el Barça erró multitud de ocasiones y en el que se vio perjudicado por la expulsión de Benítez y Seminario en el segundo tiempo. En Córdoba, el Barça asistió a una misa en acción de gracias, con motivo de los XXV Años de Paz española y a una recepción organizada por el Consulado de España con motivo del 18 de julio...

Chile tenía que ser el siguiente destino de la expedición barcelonista, pero los partidos contra Universidad Católica y Universidad de Chile quedaron anulados por el fuerte temporal que azotaba al país andino. Incluso llegó a temerse demasiado riesgo en el aterrizaje del avión. El Barça puso entonces rumbo a Lima (Perú), donde fue recibido por el presidente Fernando Belaúnde. El día 25 de julio jugó desinteresadamente en el Estadio Nacional contra el Sporting Cristal (2-2), subcampeón local. La taquilla fue en beneficio a los deudos de la tragedia del 24 de mayo, ocurrida en el mismo escenario y que finalizó con 328 muertos y varios centenares de heridos a consecuencia de las avalanchas provocadas por una oleada de pánico. En Lima la expedición azulgrana conoció la muerte de Antoni Julià de Capmany, directivo del Barça entre 1958 y 1961 y presidente del consejo accidental entre febrero y junio de 1961.

México, última escala

La última etapa de la gira fue México, donde el Barça jugó tres partidos. Nada más llegar la expedición acudió a la Iglesia del Purísimo Corazón de Jesús a una misa en sufragio de Julià de Capmany. Vergés, lesionado en un tobillo, regresó a España desde allí. El primer partido, contra Atlante, en el que los jugadores del Barça acusaron la altitud, acabó en tablas (2-2). La prensa mexicana fue crítica con el Barça y apuntó que “los atlantistas bailaron a los catalanes en muchos momentos del encuentro”.

El segundo partido, contra el Guadalajara (2-3), campeón mexicano, significó la primera y única victoria del Barça en la gira. El maleficio lo rompieron Pereda (de falta), Zaldúa y Goyvaerts, pero el meta Pesudo resultó lesionado en un dedo de la mano derecha. El tercer y último partido llevó al Barça hasta Monterrey. El desplazamiento se hizo en autocar y la expedición se detuvo a almorzar en León, en el restaurante del que fuera jugador barcelonista Marcos Aurellio. La pernoctación tuvo lugar en San Luis de Potosí. Debido al calor sofocante, el partido contra el Monterrey pasó de la tarde a la noche. El duelo acabó en tablas (4-4). Este partido no lo jugaron Zaldúa y Zaballa, que regresaron a España para contraer matrimonio en Valladolid y Torrelavega, respectivamente.

El Barça volvió a Ciudad de México y desde la capital azteca enlazó con un vuelo de Iberia que lo trasladó a Madrid y, desde allí, a Barcelona, aterrizando en el aeropuerto de El Prat, con retraso, la noche del viernes 7 de agosto. César, el entrenador, aseguró que el juego del equipo fue bueno, no así los resultados. Hizo hincapié en los arbitrajes parciales que sufrieron sus pulilos y agregó que el rendimiento del equipo fue de menos a más. El técnico dio vacaciones a su plantilla hasta el 1 de septiembre. ¡Se lo merecían!