¿Cuánto tiempo ha de pasar para que una incapacidad temporal se convierta en una incapacidad permanente?

La baja laboral por incapacidad temporal tiene una duración máxima de 18 meses. Sin embargo, en situaciones excepcionales, la Seguridad Social puede otorgar una prórroga adicional de seis meses, extendiendo el periodo total a 24 meses. Al cumplir 18 meses de baja, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) está obligado a abrir un expediente de incapacidad permanente para evaluar si el trabajador cumple con los requisitos necesarios para ser beneficiario de una pensión de incapacidad permanente.

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Este expediente implica un análisis exhaustivo de la situación de salud del trabajador. Aunque la apertura del expediente no garantiza el reconocimiento automático de la incapacidad permanente, es un paso crucial en el proceso de evaluación.

La resolución del INSS determinará si se concede o no la incapacidad permanente, comunicando al trabajador el grado de incapacidad reconocido y la cuantía de la pensión correspondiente en caso de una respuesta afirmativa.

En caso de que el INSS no conceda la incapacidad permanente, el trabajador será informado de la negativa y, muy probablemente, recibirá el alta médica con la obligación de reincorporarse a su puesto de trabajo.

Este procedimiento asegura que solo en situaciones excepcionales, cuando la recuperación del trabajador no es viable, se otorgue la incapacidad permanente. Por lo tanto, pasar por el tribunal médico será imprescindible en tales casos.