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Si hablas solo, alégrate: la ciencia señala que es una característica del éxito

Este tipo de comportamientos pueden ayudar a nuestra memoria y concentración

Hablar solo

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Hablar solo es un comportamiento muy malinterpretado, y es que, recientemente se ha desvelado que es una práctica con numerosos beneficios, según varios estudios.

El Quarterly Journal of Experimental Psychology contiene varias investigaciones que demuestran que hablar solos puede mejorar la concentración, la toma de decisiones y el rendimiento. Este hábito ayuda a activar la memoria y facilita la recuperación de recuerdos. Además, este diálogo interno también puede fomentar la autocomprensión y ayudarnos a entender nuestros sentimientos.

Durante la infancia, el hablar solo, conocido como "habla privada" o "lenguaje egocéntrico", es importante para el desarrollo del lenguaje y la resolución de conflictos.

Estas conductas tienen un gran impacto al mejorar las habilidades cognitivas de los pequeños, haciendo que mejore su pronunciación y sus relaciones sociales. Así, a diferencia de lo que pueden creer muchas personas, es crucial entender que hablar solos no es algo que deba preocuparnos.

Dicho esto, los beneficios de hablar solo no se limitan a la infancia. Gary Lupyan, profesor de psicología en la Universidad de Wisconsin, ha demostrado que verbalizar pensamientos en voz alta puede mejorar la memoria, la concentración y la seguridad en uno mismo.

En sus experimentos, los participantes que leían en voz alta recordaban mejor la información que aquellos que la leían en silencio. Así, el experto señala que esta práctica facilita el proceso de recordar y procesar la información.

Más allá de la memoria, hablar solo también potencia la concentración y la autoafirmación. Expresar en voz alta los objetivos y pensamientos ayuda a clarificar metas y fortalece el recuerdo de estas, lo que contribuye a una mayor claridad mental y un mejor enfoque en las actividades diarias.

Además, felicitarse por los logros alcanzados refuerza la autoestima, especialmente en momentos de alta exigencia. Esta práctica puede ser especialmente útil en la resolución de problemas y en la ejecución de tareas complejas, donde verbalizar los pasos necesarios acelera el aprendizaje y mejora la efectividad.