Opinión

El 14 de julio, día nacional de Ousmane Dembélé

Dembélé, durante el entrenamiento

Dembélé, durante el entrenamiento / FCB

Negociación encallada. Por mucho tira y afloja, por muchos ataques de cabezonería y por mucho comportamiento sumiso, el caso Dembélé solo tiene un final: Ousmane Dembélé acabará jugando en el PSG

Eso será así, y no tiene otra salida. Por no ejecutar la cláusula de golpe y abrir la puerta a negociar una salida pactada ahora estamos viviendo una partida de póker con las cartas marcadas, con dos barajas distintas encima de la mesa y con los jugadores con ganas de terminar. 

Aquí el que ha ganado es Dembélé, o su agente o quién sea que el 14 de julio de 2022 firmara la renovación incluyendo una cláusula que decía que tenía un periodo de tiempo para salir del club pagando 50 millones de euros y que además la mitad serían para el jugador galo. Pues lo diré en francés: ‘Chapeau’, o sea sombrerazo. En esta vida hay que estar atento y cuándo contratas un servicio si no te lees la letra pequeña, puedes tener derecho al pataleo, pero poco más. Puedes coger un calentón, enfadarte mucho o dar algún puñetazo en la mesa pero si luego el seguro no cubre una tubería que vaya dentro de una pared de madera, no te suben la nevera si tienes más de tres escalones o la oferta no se aplica en días festivos y está firmado, pues toca bajar la cabeza.

Es comprensible que el Barça intente también estirar su letra pequeña al máximo y dilate la operación todo lo posible, si cae algo más por Dembélé, bienvenido sea y si no pues aquí estará el francés entrenando cada día. 

Luego podemos entrar en la paciencia infinita que se ha tenido con él, las oportunidades que se le han dado, la fe ciega de Xavi, todo se puede tener en cuenta, pero lo que va a misa es lo que se firmó el día de la fiesta nacional francesa, el 14 de julio, que en el PSG será doble festivo, celebrar el día patrio y el día que se puso en bandeja que el PSG se llevara a Dembélé por un precio de saldo, con la prima para el jugador incluida.