Djokovic: "Nadal es el mejor de la historia sobre tierra"

Djokovic, de camino al entrenamiento

Djokovic, de camino al entrenamiento / VALENTÍ ENRICH.

David Boti

David Boti

"No estaría aquí si no estuviera preparado para jugar ante Nadal". Declaración de intenciones de Novak Djokovic este martes en la previa de su debut en el Barcelona Open Banc Sabadell. El serbio, que cayó en octavos de final la pasada semana en Montecarlo, admitió que tuvo que gestionar su calendario porque, en un principio, no tenía pensado jugar en la Ciudad Condal y agradeció el esfuerzo de la organización del torneo y de Albert Costa. "Mi equipo y yo intentamos conseguir una invitación y han sido muy amables de dármela", admitió.  Este miércoles debutará ante el eslovaco Martin Klizan.

En un tono muy desenfadado y cercano, Djokovic respondió a todas las preguntas con una sonrisa de oreja a oreja. Sabe que está en casa de Nadal y que lo tendrá complicado para batirle si se cruzan en cuartos de final pero, aún así, le apasiona el reto de participar en el que para él es uno de los mejores torneos de club de todo el circuito. 

Rafa, el mejor sobre tierra

La nota más cómica de su comparecencia fue el momento en el que, cuestionado por si a Nadal se le podía considerar como el mejor de todos los tiempos sobre tierra batida, respondió en español con un ágil: "Sí. Es muy simple esa pregunta". ¿El motivo? Su hermano Marko. Vive en Marbella y le ayuda a "mejorar" su español.

Poco recuerda de su único paso por el torneo. Fue en 2006 y su rápida eliminación a manos de Dani Gimeno le permitió conocer pocas partes de la ciudad. La costa y el acuario. Esta vez, admite que espera poder visitar muchos más espacios de la Ciudad Condal. Su vida ha cambiado por completo en estos 12 años. Será su segunda participación y 'Nole' se siente, esta semana, como un niño con zapatos nuevos. "Me he dado cuenta ahora es que hay mucha gente joven en esta zona y te da energía positiva. Estoy disfrutando de mi estancia aquí", sentenció. Su objetivo a corto plazo es recuperar la forma y, a largo, obviamente reclamar el número uno.