Estas son las claves para tener una rutina de 'fitness social' para ser felices

Es importante preguntarnos qué nos hace felices para poder poner en práctica las claves y los pasos para lograrlo en el menor tiempo posible. La búsqueda de la felicidad es un concepto que está muy presente en la sociedad contemporánea.

Para responder a la pregunta de: ¿Qué nos hace felices?, la Universidad de Harvard comenzó, hace más de ocho décadas, uno de los estudios más importantes al respecto. El estudio apunta la idea de que alcanzar la felicidad parte de: "mantener y cuidar las relaciones personales a largo plazo".

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Los investigadores han concluido que la frecuencia y la calidad de nuestras relaciones con otras personas son dos exponentes importantes de la plenitud vital. Se trata de "disponer de un pequeño grupo de personas en las que poder confiar: eso influye más en la salud y el bienestar que el éxito o la carrera profesional, el dinero, tener una salud de hierro o comer los mejores alimentos", apunta Robert J. Waldinger, profesor de la Universidad de Harvard.

Waldinger propone una fórmula de tres elementos contra la soledad: pasar más tiempo con las personas que con las pantallas, atajar las discusiones familiares y recuperar las amistades perdidas y, en cualquier caso, prescindir del rencor.

7 elementos clave del fitness social

• Seguridad: preguntarte a quién llamarías en caso de emergencia.
• Aprendizaje y crecimiento: quiénes te aportan, te motivan a crecer personalmente, a desarrollarte, a cultivar tu inteligencia.
• Cercanía y confianza: a quién confías tus secretos y confidencias y con quién compartes tu parte más íntima.
• Experiencias compartidas: qué vivencias compartes y quiénes te ayudan a formar tu hoja de vida.
• Intimidad romántica: analiza si tu relación de pareja te aporta lo que necesitas en la intimidad familiar, tanto de manera física como emocional.
• Ayuda: personas que, con certeza, siempre van a estar ahí, pase lo que pase.
• Diversión: con quién te relajas y despejas tu mente o con quién compartes, tanto un buen como un mal día.

Tenemos que tener en cuenta que las relaciones sociales son como los músculos, y pueden atrofiarse. Nuestra vida social ese un sistema vivo y tenemos que ejercitarlo diariamente. Además, está científicamente comprobado que las personas que están más conectadas socialmente viven más y mejor protegidas contra el estrés.