Esto es lo que debes hacer si te pica una medusa

En verano se vuelve cada vez más común que tengamos que lidiar con estas picaduras

Con la llegada de la primavera y principalmente en la temporada de verano saltan las alertas en las costas españolas por la proliferación de medusas.

Con la llegada de la primavera y principalmente en la temporada de verano saltan las alertas en las costas españolas por la proliferación de medusas. / Ecologistas en Acción

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El verano trae consigo la llegada de las altas temperaturas, el sol y la temporada de ir a la playa a broncearse y disfrutar del mar. Dicho esto, al mismo tiempo esta subida de las temperaturas también provoca que proliferen las medusas.

Estos pequeños organismos son muy comunes en las playas del Mediterráneo y pueden resultar muy molestas debido a sus picaduras. 

Las picaduras de medusa, aunque generalmente no son peligrosas para la vida, pueden causar un dolor considerable y síntomas más severos. La imagen de playas llenas de medusas, que impiden a los bañistas disfrutar del mar, se ha vuelto un fenómeno común durante el verano, especialmente con el aumento de las temperaturas. Este panorama no solo recuerda el impacto del cambio climático en la vida marina, sino también los riesgos de interactuar con estos animales en su hábitat natural.

Cuando una persona es picada por una medusa, es fundamental mantener la calma y actuar de inmediato. Según las recomendaciones de CinfaSalud, lo primero es lavar la zona afectada con agua salada o suero fisiológico, ya que el agua dulce puede agravar la picadura al romper las células urticantes.

También es importante aplicar frío para aliviar el dolor, pero siempre utilizando un paño o toalla para evitar el contacto directo del hielo con la piel. Además, si quedan tentáculos adheridos, se deben retirar cuidadosamente con pinzas.

A lo largo del tiempo, han circulado diversos remedios caseros para tratar las picaduras de medusa, pero muchos de ellos han sido desacreditados. El uso de sustancias como alcohol, vinagre, amoníaco, o incluso la aplicación de orina, son prácticas que pueden empeorar la situación, aumentando el dolor y la inflamación. Por tanto, la mejor estrategia es siempre seguir las recomendaciones médicas y evitar aplicar cualquier tratamiento no profesional.