Este es el milagro de la nieve en pleno verano que dio lugar a que se construyera una basílica

Se trata de la iglesia de Santa María la Mayor, donde quiere ser enterrado el Santo Padre

El papa Francisco, durante la ceremonia en la que ha anunciado el Jubileo 2025.

El papa Francisco, durante la ceremonia en la que ha anunciado el Jubileo 2025. / EFE

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Este lunes 5 de agosto, el Papa Francisco visitará la basílica papal de Santa María la Mayor para conmemorar la Solemnidad de Nuestra Señora de las Nieves, una festividad especial que rememora un milagro antiguo.

La ceremonia principal, que tendrá lugar a las 10 de la mañana, será una misa en honor a la Virgen María, durante la cual se recreará el fenómeno milagroso de una nevada en pleno agosto mediante el lanzamiento de pétalos de flores blancas desde el techo de la basílica. 

La imagen de la Virgen de las Nieves, conocida como Salus Populi Romani, ocupa un lugar especial en la basílica y en el corazón del Papa Francisco. El Pontífice ha expresado en varias ocasiones su gran devoción hacia esta figura y ha manifestado su deseo de ser sepultado en Santa María la Mayor, dado que siente una gran conexión con este lugar en concreto. 

“Es mi gran devoción”, señaló el Santo Padre refiriéndose a la basílica. La visita de hoy tiene además un valor personal, pues Francisco suele acudir a esta basílica antes y después de sus viajes apostólicos, como el que emprenderá a Indonesia en septiembre. Así, esta breve visita marca su regreso a uno de los lugares más importantes para la vida del Papa, una iglesia que parece ser crucial en su fé.

La historia detrás de esta festividad se remonta al siglo IV. En la noche del 4 al 5 de agosto del año 352, cuando el Papa Liberio tuvo un sueño en el que la Virgen María le instruía construir una iglesia en su honor. Este sueño coincidió con la petición de un noble romano y su esposa, quienes deseaban usar sus riquezas. En el sueño compartido, la Virgen indicaba la colina del Esquilino como el lugar ideal para erigir el templo. La señal de la construcción se manifestó con una nevada milagrosa en una forma rectangular en ese lugar, lo que llevó a la edificación de la basílica en el mismo sitio del milagro.