La Guardia Civil intercepta una patera-taxi en aguas de la Región de Murcia

La Guardia Civil de la Región de Murcia detectó, una vez más, una patera-taxi en aguas de la Región, informa el cuerpo en un comunicado.

En concreto, aconteció el pasado 11 de julio por la mañana cuando realizaba un dispositivo de vigilancia del litoral de la Región. En la embarcación, de unos ocho metros de eslora, viajaban 11 personas entre las que se encontraba un menor de edad, junto al patrón de la misma. Todos los ocupantes carecían de chaleco salvavidas y de medidas de seguridad, detalla la nota del Instituto Armado.

La operación 'Air Border' perseguía esclarecer la llegada de la embarcación a Cartagena, que se saldó con la detención del paterista que la patroneaba.

Persecución por tierra, mar y aire

La embarcación, que se aproximaba a gran velocidad hacia la costa, llamó la atención de la tripulación del helicóptero del Servicio Aéreo de la Benemérita, el cual decidió aproximarse a la misma para verificarla. En ese momento, la patera aumentó la velocidad y realizó maniobras evasivas poniendo en peligro a los pasajeros.

Finalmente, el patrón de la barcaza encalló con violencia en la playa de Cala Huncos, del término municipal de Cartagena, ante la mirada de los bañistas. El helicóptero consiguió tocar tierra junto a la embarcación y desplegó a dos de sus efectivos que auxiliaron a los pasajeros de la patera.

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El piloto de la aeronave consiguió detener al patrón, que se había escondido entre la vegetación. Se le imputa un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal.

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil movilizó a una de sus embarcaciones a la zona para embarcar a los pasajeros y trasladarlos al puerto de Cartagena, donde fueron atendidos por Cruz Roja y recibieron atención médica, como manda el protocolo.

El método conocido como 'patera-taxi' es un modus operandi muy utilizado por los integrantes de las mafias afincadas en el norte de África. Consisten en ofrecer la opción de trasladar a individuos de países africanos a las costas europeas a través de un pago económico, lo que asegura que el viaje se desarrollará con todas las medias de seguridad. Sin embargo, posteriormente se trasladan a embarcaciones que rara vez cumplen las medidas de seguridad y ponen en peligro de naufragio a los pasajeros.