¡5 euros por copa rota! Indignación por las condiciones de trabajo en este famoso restaurante de Barcelona

Los profesionales de la hostelería se enfrentan a muchas ofertas de empleo con condiciones indignas

El usuario de X 'Soy Camarero', comparte los abusos que sufren camareros y camareras en nuestro país

Un camarero lamentándose

Un camarero lamentándose / SPORT.es

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Los profesionales de la hostelería se enfrentan a muchas ofertas de empleo con condiciones indignas. El usuario de X 'Soy Camarero', comparte los abusos que sufren camareros y camareras en nuestro país. En su última publicación, se ha quejado sobre las condiciones de trabajo que un restaurante proporciona a sus empleados.

En el vídeo publicado, puede observarse que el alojamiento tenía una litera en la cocina, visiblemente sucia. Los usuarios de la red social se han quejado por las condiciones: "Nunca se me hubiera ocurrido meter una litera en una cocina" o "Lo del alojamiento de vergüenza, cercano a la esclavitud", fueron algunos de los comentarios.

Además del piso, la usuaria afectada compartió las condiciones que exponían a sus camareros. El organismo del restaurante apunta que una camarera "siempre tiene que sonreír y ser muy amable". "Al cliente no le importa si nos duele una muela o nuestra abuela está enferma. El cliente viene a disfrutar y a pasar una velada extraordinaria", continúan.

Por otro lado, se añaden otras reglas como "no pedir autógrafos ni hacerse fotos", siempre que acuda una personalidad conocida o tampoco no "saludarse con un beso". Había otras sugerencias como que "es muy importante que la camarera le guste lo que hace y lo haga con amor y cariño porque si no sale todo de mala gana", afirmaba. Especificaban también que "si son aprendices, con más razón deben ser felices de aprender una profesión".

Sin embargo, fueron las últimas normas las que han llamado más la atención. "Las camareras que no apunten o se equivoquen de mesa con los vinos o demás bebidas se les cobrará el importe de lo olvidado", decían en el escrito. Finalmente, la lista termina con un último aviso: "Por cada copa que rompan se les cobrará cinco euros", denunciaban.