¿Estás pensando tomar los nuevos fármacos para adelgazar? Estos son sus riesgos y sus efectos secundarios

Sin duda la aparición de dos fármacos que consiguen que la pérdida de peso sea más sencilla está causando furor. Hablamos del famoso Ozempic, unas inyecciones subcutáneas que en un principio fueron desarrolladas para tratar a pacientes con obesidad y diabetes, y el Wegoby, recién aprobado por la Agencia Española del Medicamento. 

• La demanda de estos dos fármacos ha aumentado pero los sanitarios están preocupados por el uso indiscriminado que algunos pacientes podrían hacer de ellos.

Y es que, junto a las indudables ventajas, no debemos olvidar que existen una serie de riesgos con la toma de estos fármacos, por lo que es esencial contar con asesoramiento médico antes de su consumo.

De esta forma, “se podrán evitar los posibles efectos secundarios que, como cualquier fármaco tienen, y el peligro de un efecto rebote”, explica el doctor Rodrigo Bahamondes, endocrino del Hospital Vithas Las Palmas. 

Ozempic: formulado para tratar la diabetes

Ozempic es el nombre comercial de un fármaco llamado semaglutida.

Es un medicamento formulado para personas diabéticas y en nuestro país lo cubre la Seguridad Social en el caso de pacientes diabéticos que ya usan otro antidiabético y que están en rango de obesidad (índice de masa corporal superior a 30 kg/m²).

La forma de administración de este fármaco es una inyección subcutánea, como la insulina, pero en lugar tener que pincharse diariamente se hace semanalmente.

¿Y qué es lo que hace en concreto?

Pues estimula “al páncreas a mejorar la secreción de insulina y a retardar el vaciado gástrico, con un efecto saciante importante”, explica el especialista en endocrinología.

Y aquí es donde radica la causa de su éxito, porque al saciar ayuda a bajar de peso.

Pero no debemos olvidar que este fármaco no está exento de efectos secundarios como:

• Náuseas
• Vómitos
• Dolor abdominal
• Diarrea
• Estreñimiento
• Y/o reflujo gastroesofágico

Son solo algunos de los más destacados. “Y para que los efectos secundarios no sean tan agresivos, un especialista debe indicar cómo realizar la ingesta de Ozempic con dosis escalonadas”, relata el doctor Bahamondes.

Además, se debe tener en cuenta que “la disminución de la glucosa que tiene Ozempic sólo se produce en personas que tienen hiperglucemia (diabetes), por lo que el uso en personas sanas no produciría bajadas de azúcar. El problema de usarlo en personas sanas es más bien ético, ya que aumentaríamos el desabastecimiento para personas diabéticas que sí lo necesitan.

Además, Ozempic está hecho y probado con el objetivo primario de controlar la glucemia, por lo que la dosis no está ajustada con el objetivo principal de disminuir el peso”, detalla el endocrino.

Este uso indiscriminado ha provocado un desabastecimiento intermitente desde hace más de un año y ha obligado a los endocrinólogos a buscar diferentes opciones de tratamiento.

Una de estas alternativas es Rybelsus, también con el mismo compuesto activo que Ozempic pero en formato oral y diario.

Los riesgos del ‘efecto rebote’ del Wegoby

El medicamento más novedoso para perder peso se comercializa con el nombre de Wegoby.

Según explica el especialista este fármaco está formulado con el mismo principio activo que el Ozempic, la semaglutida, pero a diferencia de este, Wegoby “se recomienda para la pérdida de peso”.

“Es el mismo medicamento, pero con dosis ajustadas con el objetivo principal de disminuir peso. En otras palabras, se usan dosis mayores que en Ozempic, pero sigue siendo subcutáneo y semanal, y precisando de prescripción médica”, añade. 

En el caso de Wegoby, los parámetros que debe cumplir una persona para que se le recete como método de adelgazamiento es:

1. Que “padezca obesidad, es decir, su índice de masa corporal (IMC) sea superior a 30
2. Que tenga sobrepeso grado 2 (IMC entre 27 y 30) con algún factor de riesgo cardiovascular como hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes mellitus u otros”.

Pero como ocurría con el anterior, el nuevo fármaco también conlleva efectos secundarios si no se consume adecuadamente, entre ellos el doctor Bahamonde destaca el famoso ‘efecto rebote’, es decir, recuperar el peso perdido tras finalizar el tratamiento. 

“La labor del fármaco es aumentar la saciedad, por lo que el consumo calórico es menor. Si mientras la persona está en tratamiento con este tipo de medicamentos no se acostumbra a una rutina de ejercicio y dieta, tiene el riesgo de que al dejar la medicación vuelva a consumir más de lo que necesita y, por ende, a subir nuevamente de peso”, advierte el experto.

Respecto al futuro de los medicamentos contra la obesidad, el especialista de Vithas Las Palmas no duda de que este es el inicio de una etapa en la que aparecerán nuevos tratamientos.