El Santiago Bernabéu, la obra interminable: otros seis meses

La afición madridista tendrá que soportar otra obra en el Santiago Bernabéu. Recién cerrada la remodelación tras cinco años de incomodidades, el Real Madrid volverá a la carga para insonorizar el recinto. Las quejas de los vecinos, movilizados ante el atronador ruido que provocan los conciertos y que no les dejan vivir, han llevado al club a tomar medidas para reducir el impacto sonoro y limitar el número de conciertos en un acuerdo consensuado con el Ayuntamiento de Madrid, según informa ‘Gran Madrid’.

“No se van a permitir eventos sin límites en el Bernabéu. Serán, como mucho, 20 grandes conciertos a lo largo del año. Ya se ha mandado un mensaje a los vecinos, comunicando esta decisión. Los técnicos, además, han confirmado que se podrán reducir los decibelios y cumplir con los límites establecidos”, informaba el alcalde Martínez Almeida, en ‘Telemadrid’, en un adelanto de las actuaciones que el Real Madrid va a tener que acometer con una nueva obra con un Plan de Control de Emisiones Sonoras que han previsto dure otros seis meses.

Frenazo de Almeida al Bernabéu de Florentino

Dos zonas para solucionar

El club madridista ha dejado en manos de dos empresas especializadas y con experiencia como son Arup y Vanguardia. Las conclusiones del informe indican que deben solucionar dos zonas por donde se escapa el ruido: la pasarela abierta entre la cubierta y las gradas (skywalk) y los vomitorios de los fondos. El skywalk será protegido de unas lonas acústicas de politetrafluoroetileno cuya composición ejercen de un enorme fonoabsorbente y se colocará bajo la visera de la cubierta. A esto se unirán otras lonas extensibles que se desplegarán cuando haya conciertos tapando los huecos abiertos que había en el anillo sobre el cuarto anfiteatro.

También se completarán las pantallas acústicas instaladas en los fondos que se extenderán hasta la cubierta para tapar el espacio por el que también se filtraba el ruido. Instalarán unos vidrios termo-endurecidos que blindarán esas zonas. Por último, apuntalarán las puertas de acceso de los vomitorios primero, segundo y cuarto anfiteatro, en las que los aficionados se encontrarán dos líneas de puertas automáticas y blindadas, aislantes también del interior. Esto supondrá una mejora acústica para el interior del recinto que no evitará un exhaustivo seguimiento de las autoridades pertinentes para que cumpla con los límites de decibelios establecidos.