La defensa del Real Madrid de Ancelotti, bajo sospecha

La que más goles ha encajado en los últimos cuatro años, con crisis individuales de casi todos sus componentes en momentos puntuales

Las lesiones, bajones en el rendimiento y la falta de un lateral izquierdo han lastrado al equipo que tampoco ayudó a defender bien

ALMERÍA-REAL MADRID : El golazo de Alaba que define la victoria del Real Madrid

Alaba marca un golazo de lanzamiento de falta tras haber entrado al terreno de juego, el cual definió la victoria del Real Madrid ante el Almería / LaLiga

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid mantiene la misma defensa del año pasado, a la que ha sumado sólo a Fran García, canterano al que recupera tras su buen rendimiento en el Rayo Vallecano. Ancelotti se quejó en momentos puntuales de que algunos de sus zagueros eran a veces “demasiado optimistas” para explicar el empeño a la baja en sus labores. Los defensas blancos hicieron una temporada irregular con crisis puntuales que fueron atravesando casi todos sus defensores, a los que el equipo tampoco salió al rescate por aquello de defender es responsabilidad de todos.

MENDY Y ALABA, LOS MÁS FRÁGILES

Defensivamente fue el peor Madrid desde la temporada 18-19. Recibieron 62 goles en 61 partidos, 1,01 por encuentro. Encajando un gol o más en 41 de esos 61 encuentros. La defensa fue uno de los talones de Aquiles del equipo blanco, aunque la culpa es global en un equipo al que le faltó disciplina en la presión. Fallaron en muchos partidos para hacer aguas dejando a sus zagueros a expensas de los delanteros rivales, que supieron aprovecharse de esas carencias en el repliegue cuando fallaban con una presión descoordinada.

Uno de los factores más importantes fueron las lesiones. Mendy y Alaba, dos titulares fijos de Ancelotti fueron víctimas de percances físicos que afectaron al rendimiento cuando se recuperaban. El francés se perdió 24 partidos por lesión y en 9 se quedó en el banquillo al no estar a su mejor nivel; y el austriaco estuvo 17 en la enfermería y otros cinco de suplente. Ambos no estuvieron a su mejor nivel durante toda la temporada y la defensa de su equipo los echó de menos.  Lucas Vázquez también fue víctima de las lesiones, se perdió 12 partidos y estuvo 19 en el banquillo.

ERRORES DE BULTO E INCLUSO GROSEROS

En el caso de Carvajal, Ancelotti se vio obligado a dosificarlo por esos problemas musculares que le persiguen al ser un jugador que no mide y se deja todo sobre el campo. Se perdió 7 partidos por lesión y en 8 se quedó en el banquillo, aunque el italiano lo cambio en 16 de los 37 partidos en los que fue titular. El de Leganés fue de los más regulares cuando jugó. Lo mismo que Nacho, el más resistente de los defensas con un solo partido en la enfermería, aunque Ancelotti lo utilizó poco en el primer tramo de temporada. Como siempre fue un seguro defensivo, aunque falló en el lateral izquierdo y el italiano acabó recurriendo a Camavinga.

Militao fue también de los más sólidos, pero en la recta final de la temporada fue demasiado “optimista” con errores de bulto, incluso groseros, algo de lo que no se libró casi ninguno de sus compañeros a lo largo del curso. Fallos que dieron pie para volver a estar bajo sospecha como en sus dos primeras temporadas de blanco. Por último, el nuevo Rudiger. El alemán fue el más regular pese a que el entorno blanco se cebó con él al principio, para acabar siendo el comodín al que recurrió Ancelotti por sus buenas prestaciones y ser casi siempre “pesimista” en cada balón que jugó. Odriozola y Vallejo no existieron para el italiano, a los que prácticamente no utilizó en toda la temporada.