Ancelotti tendrá 16 días para reflexionar

El aplazamiento del partido contra el Athletic concede al italiano un margen extra para rearmar sus ideas y solucionar la crisis

El Real Madrid no volverá a jugar hasta el próximo 19 de octubre ante el Shakhtar

Ancelotti no da con la tecla en los últimos partidos

Ancelotti no da con la tecla en los últimos partidos / VALENTÍ ENRICH

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

La primera crisis de la temporada ha aparecido de repente tras el empate ante el Villarreal y las derrotas contra el Sheriff y el Espanyol, por lo que el parón por los compromisos internacionales le llega en un buen momento al técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti. El italiano dispondrá de 16 días para reflexionar sobre cómo darle la vuelta a la situación, ya que su próximo compromiso no será hasta el próximo 19 de octubre ante el Shakhtar Donetsk en la Champions League.

El parón supondrá un respiro para el entrenador madridista, que tiene por delante más de dos semanas para volver a enchufar a sus jugadores y darle una vuelta de tuerca a sus alineaciones y a su esquema, que no funciona ni en ataque ni en defensa.

Ancelotti está obligado a hacer reaccionar a sus jugadores. No pueden tomarse a la ligera a su próximo rival, ya que la pasada temporada dio dos disgustos en la fase de grupos al Real Madrid de Zinedine Zidane. El equipo ucraniano ganó por 2-3 en el Santiago Bernabéu y se impuso por 2-0 como local.

CRÍTICAS

La suspensión del partido contra el Athletic, correspondiente a la novena jornada de la Liga Santander y programado inicialmente para el fin de semana del 16 y 17 de octubre, por el 'Virus FIFA' concede un pequeño margen extra a Ancelotti. El italiano dispondrá de 16 días para rearmar sus ideas, aunque en las próximas dos semanas tendrá que aguantar las críticas por los últimos tropiezos.

El empate ante el Villarreal dejó al descubierto ciertas carencias achacadas al mal planteamiento del técnico italiano. La posterior derrota ante el Sheriff fue calificada de accidente, pero el fracaso en ataque fue de la mano con su debilidad defensiva. Y el KO ante el Espanyol confirmó la descoordinación de un equipo que se pierde en las marcas y que no juega ni marcando al hombre ni en zona.