El gran problema que se le avecina a Dembélé en el PSG

El francés desembarcó en París como una de las grandes estrellas del proyecto, aunque los últimos días de mercado le han abierto una competencia feroz en el ataque

Las llegadas de Kolo Muani y Barcola, además de las ya conocidas de Gonçalo Ramos, Asensio y Kang-In encarecen de forma seria los minutos para Dembélé

El PSG anuncia que Dembélé lucirá el dorsal 10

El PSG anuncia que Dembélé lucirá el dorsal 10 / SPORT.es

Albert Briva

Albert Briva

Desde que Ousmane Dembélé aterrizara en París el pasado 12 de agosto, la plantilla del Paris Saint Germain no ha dejado de recibir caras nuevas. Todas ellas, en un ataque que se ha renovado al completo, a excepción de un Kylian Mbappé que pese a todos los rumores seguirá siendo la gran atracción del nuevo proyecto de Luis Enrique.

Las salidas de Messi y Neymar han obligado a la directiva parisina a desembolsar grandes cantidades para ofrecer al técnico asturiano opciones de garantías en la parcela ofensiva. Además de Dembélé, el conjunto francés ha firmado a Gonçalo Ramos, Marco Asensio, Kang In Lee, Bradley Barcola y Kolo Muani, este último de manera 'in extremis'.

Más de 300 millones si contamos los 28,5 millones desembolsados en la opción de compra obligatoria que tenían sobre Hugo Ekitiké, a quien finalmente no le encontraron la salida deseada.

Ocho jugadores de ataque que abren una ventan muy amplia de posibilidades para el conjunto parisino, pero que a la vez abren una competencia feroz por ganarse un sitio, más aún si contamos con la indiscutible condición de titular de Mbappé. Competencia que amenaza de forma seria a un Dembélé que ha visto como el panorama desde su llegada ha cambiado de forma radical para sus intereses personales.

Dos amenazas, un perfil diferente y dos suplentes de oro

Con el 4-3-3 habitual que ha venido mostrando el equipo en las primeras jornadas, a Luis Enrique le faltarían dos posiciones por ocupar, con siete posibilidades y muchas variantes. Más allá de Mbappé, quien parece que apuesta por jugar tirado a banda, el PSG incorporó en las últimas horas de mercado a dos jugadores como Barcola y Kolo Muani, que llegan para ser titulares.

Otro perfil muy distinto es el de un Gonçalo Ramos que se posiciona como el único '9' puro en la plantilla. El portugués fue de la partida en los dos primeros partidos y solo una lesión le dejó sin jugar en la victoria frente al Lens. Si Luis Enrique apuesta por jugar con un delantero centro puro, muy probablemente será el portugués el elegido para ello. Además, los 80 millones de compra obligatoria que ha firmado el PSG para traerlo avalan los minutos del que fuera una de las grandes sensaciones del pasado Mundial.

Gonçalo Ramos, una de las nuevas caras del PSG

Gonçalo Ramos, una de las nuevas caras del PSG / AFP

Otra de las opciones sería la de jugar con Marco Asensio como falso nueve, como ya hiciera en el partido ante el Lens y en el que el jugador español demostró un gran nivel. El ex jugador del Real Madrid parece partir con el claro papel de suplente, aunque si su rendimiento sigue siendo tan efectivo, Luis Enrique no dudará en darle entrada desde el once titular.

Los que si parecen tener más complicada su presencia en el once son Kang-In Lee y Ekitiké, aunque sobretod en el caso del jugador coreano, su situación se puede asimilar a la de Asensio, siendo ambos jugadores muy polivalentes que puede ofrecer recursos diferentes a Luis Enrique.

En definitiva, toda una lista de nombres y opciones que amenazan de forma muy seria los minutos y el rol de un Dembélé que desembarcó en París para ser una de las grandes estrellas del proyecto y que ahora ve como los minutos se han encarecido de manera notoria.

Las lesiones y la regularidad, su gran 'hándicap' en el Barça

No cabe duda que el francés cuenta con un talento descomunal y totalmente diferencial, pero ante tal competencia deberá demostrar partido tras partido que cuenta con ello, algo que durante su etapa como azulgrana no fue capaz de demostrar.

La falta de regularidad puede condenar a Dembélé ante tal competencia, algo que frustraria de mala manera sus planes con el fichaje por el conjunto parisino.

Otro de sus grandes problemas y que deberá también evitar de todas las maneras, es la de sufrir las constantes lesiones que le lastraron en el Camp Nou. Si Kolo Muani y Barcola cumplen con las expectetivas de rendimiento esperadas en París, bien hará Dembélé de no perder ningún tren, sino quiere verse relevado a un rol en el que no se ha visto hasta el momento.

A Luis Enrique no le tiembla el pulso

Pese a que su cartel es en principio mucho más prometedor que el de Kolo Muani, Barcola o Marco Asensio, el PSG cuenta ahora con un entrenador que no entiende de meritocracia y que ha venido demostrando que nada ni nadie puede influir en sus decisiones. Por mucho que Ousmane haya llegado a París con el papel de estrella, bien hará el francés en convertir tal expectavia en rendimiento.

El técnico asturiano ha dejado muy claro en sus anteriores etapas que las etiquetas y los roles no suponen ningún problema para él y que solo el rendimiento de sus jugadores le vale para escoger.

Luis Enrique, entrenador del Paris Saint-Germain

Luis Enrique ve la luz al final del túnel / EFE

Pese a que tanto Kolo Muani como Barcola llegan con menos experiencia en 'grandes escenas', son dos jugdores que bien se pueden adaptar a un PSG que ha demostrado con creces que la colección de estrellas no sirve para ganar. Además, ambos jugadores franceses llegan tras demostrar su alto potencial en equipos de un perfil más bajo, siendo piezas clave en ambos casos. Perfiles similares al de un Marco Asensio, que cuenta además con la confianza ya ganada en la selección.

En definitiva, una competencia total la que se ha encontrada Ousmane Dembélé, que se las prometía muy felices a su llegada a París pero que con el paso del mercado ha visto como poco a poco su situación ha ido cambiando hasta el punto que si su rendimiento no empieza a ser regularmente al del mejor 'Dembouz', dificilmente se le podrá ver en los onces de un Luis Enrique que a buen seguro no dudará en tomar decisiones de peso en un vestuario que carecía de tal jerarquía.