Gonçalo Ramos, el primer contratiempo de la era 'post Mbappé' en el PSG

Se suele decir que hasta que no lo vea no lo creo y el PSG ya contempló en el primer partido oficial de la temporada que el adiós de Kylian Mbappé es muy real. Tras un 'culebrón' que duró varios veranos, el astro francés puso punto y final a su vínculo con el cuadro parisino para iniciar una nueva andadura en Madrid.

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UNA VICTORIA PARA EMPEZAR

Los de Luis Enrique se enfrentaron este viernes al Le Havre, dando el pistoletazo de salida a la Ligue 1. Ya sin la que ha sido su máxima estrella durante los últimos años, el técnico asturiano apostó por un once continuista respecto al pasado curso con las sorpresas de Zague y Mbaye, canteranos del PSG.

El encuentro se complicó en la segunda mitad, cuando los locales empataron y posteriormente se adelantaron con un gol que finalmente quedó anulado tras la revisión del VAR. 'Lucho' tuvo que revolucionar al equipo y la entrada de Ousmane Dembélé y Bradley Barcola fue crucial para acabar logrando una holgada victoria en el debut liguero.

EL PRIMER CONTRATIEMPO

No obstante, no fueron todo buenas noticias en el inicio del PSG 'post Mbappé'. Y es que Gonçalo Ramos, que había sido titular y había dado la asistencia para el posterior tanto de Kang-In Lee, tuvo que ser sustituido en el minuto 20 de partido después de sufrir una dura entrada. El delantero portugués salió cojeando e incluso después del enfrentamiento se le pudo ver haciendo uso de una muleta.

Un enorme varapalo para un Gonçalo Ramos que debe asumir galones en lo referente a lo goleador tras el vacío que ha dejado Mbappé. El '9' luso no tuvo la anterior campaña la continuidad necesaria, pero igualmente finalizó el curso habiendo alcanzado la cifra de 14 goles. Además, ya en el tramo final de temporada subió claramente sus prestaciones, siendo mucho más que un simple 'killer' de área.

Ahora, en el momento que se esperaba que Gonçalo Ramos siguiera creciendo futbolísticamente y asumiera galones en la posición de delantero centro, esta lesión supone ya el primer contratiempo para un PSG que ha empezado la temporada de la mejor forma posible.