Sam Allardyce vuelve a nublar al Liverpool

Le ha cogido el punto Sam Allardyce a Anfield. El técnico inglés ha salido invicto del templo ‘red’ en sus últimas cuatro visitas, la última a cargo del West Brom. Era su segundo partido y tras el 0-3 de su debut ante el Aston Villa este punto ante el líder (1-1) le sabe a gloria. De hecho, su Crystal Palace en abril del 2017 ha sido el último en sacar tres puntos de casa del Liverpool. Mané adelantó a los de Klopp en lo que apuntaba a una goleada pero un testarazo de Ajayi impide a los ‘red’ poner tierra de por medio en lo más alto de la tabla.

Hacía muchísimo tiempo que al Liverpool no se le escapaban puntos en Anfield poniéndose por delante en un partido de Premier. Hasta cuatro años. Pero ‘Big Sam’ lo logró. Cierto es que a juzgar por el inicio del duelo, quien lo pensara hubiera sido tachado de loco para arriba. Monopolio absoluto del líder, que emparedó a su rival y encontró el premio antes del cuarto de hora.

Un control orientado de Mané fue medio gol. La otra mitad, su definición sin dejar botar el balón. Matip vio el desmarque del senegalés entre los centrales y el encuentro se le ponía de cara a los de Klopp. Pese al agobio al que sometió al West Brom, que se quedó con un triste 19% de la posesión en la primera mitad, el 1-0 no se alteró.

Se vivió otro partido tras el asueto. Mejoraron los ‘baggies’ –no era difícil- y el ritmo ya era otro. Mucho menos fluido, el Liverpool se notó a empezar incómodo. Para colmo la lesión de Matip en la ingle a la hora de juego. Los 2.000 espectadores en The Kop trataron de levantar el ánimo, pero no estaba cómodo el Liverpool.

Alisson, espectador en el primer tiempo, tuvo que intervenir en una cabalgada de Grant, que quitó las pegatinas a Rhys Williams, sustituto de Matip. A la segunda ya no pudo. Regaló dos córners absurdos el Liverpool y la estrategia de Allardyce la premió Ajayi con un cabezazo que dio en el palo y entró con suspense.

Tenía que volver a remar el cuadro ‘red’ y sólo con diez minutos de margen. Ni rastro del asedio inicial, aunque sí encontró un remate franco para llevarse la victoria. Pero Johnstone, con una gran mano abajo, le negó el tanto a Firmino. Tropiezo inesperado.