Otro batacazo de Mourinho

Quedó señalado el portugués en el empate de un rácano Tottenham que se dedicó a defender un 0-1 desde el minuto 1

El Wolverhampton creyó, tuvo todas las ocasiones del partido y terminó hallando el empate en los instantes finales; pudo incluso ganar

Otro batacazo de Mourinho

Albert Gracia

El fútbol, a veces, es justo con los que se lo merecen. Lo fue en The Molineux. Los ‘wolves’ fueron los únicos que propusieron, los que se llevaron el ritmo, los que lo intentaron, los que tuvieron las ocasiones... Y se acabaron llevando un punto que incluso supo a poco. Porque delante estaba un Tottenham rancio, sin brillo. Mou volvió a apostar por su fórmula más rácana y le volvió a salir cruz. Los ‘spurs’ se empeñan en perder fuelle. Ya van cuatro partidos seguidos ligueros sin ganar. 

Buscó Mourinho hacerse fuerte atrás, en defensa de tres, ante la temible presencia de Adama, al que rápidamente leyeron la matrícula. O él o el balón. Una vez bien colocados atrás, había que aprovechar lo que se tuviera arriba. Y Ndombélé le dijo muy pronto a Mou que sí, que esa receta podía salir bien. El francés, antes del minuto, ya había puesto a los suyos por delante con un latigazo desde la frontal. Primera parte del trabajo hecho, ahora ‘solo’ quedaba todo el partido. Los ‘spurs’, como casi siempre ante los más grandes, cedieron terreno. ‘Wolves’, te toca, parecía recitar Mourinho.

A los de Nuno les costó cogerle el gusto al duelo, pero una vez los tres mediapuntas se quitaron la correa, el equipo funcionó. Adama empezó a aparecer junto a mago Podence mientras Fabio Silva tenía la primera clara a centro de Semedo. Ni rastro del Tottenham más allá de lo que pudiera intentar Ndombélé, el mejor de largo. Pura potencia. El francés le brindó el segundo a Reguilón, que erró la contra. Nada más. Ni un solo atisbo de abrir compuertas en las filas ‘spurs’. Los ‘wolves’ se volcaron a campo contrario y Podence tuvo la segunda clara antes del descanso en una volea demasiado centrada.

En la reanudación, balones al ex del Olympiacos, que lideró diez minutos de tormenta. De poco sirvió más allá de demostrar que el Tottenham no iba a proponer nada en ataque. Ni con un Ndombélé extraordinario. Los de Nuno se dieron un respiro, coincidiendo con los cambios de Mou, que parecía dar algo de frescura a su equipo. Para nada. Siguió el equipo encerrado atrás mientras los ‘wolves’ hallaban los espacios a la espalda de Hojbjerg. Disparo arriba de Neves. Disparo arriba de Neto. Saïss iba a poner la justicia de cabeza. Fabio Silva, incluso, pudo matar al Tottenham en un cabezazo franco en el 95’. Merecieron más los ‘wolves’.